Los precios de los alquileres están por las nubes. La oferta de pisos cayó a la mitad en lo que va de año y cada vez hay más demanda porque la compra no está al alcance de todo el mundo. Para muchas familias la única opción es intentar arrendar una vivienda pública, pero la lista de espera es larga. Más de diez mil gallegos están apuntados en el Registro de Demandantes de la Xunta para optar a un alquiler público. La Consellería de Infraestruturas tiene un parque de 3.500 pisos destinados al arrendamiento pero están todos ocupados. Su previsión es ampliar su oferta en 300 pisos.

Para ello tiene dos vías. Por un lado, las viviendas cedidas por las entidades financieras. Hay 260 comprometidas por los bancos pero 122 ya están adjudicadas. Quedarían disponibles 138 para satisfacer a los demandantes de alquileres públicos.

Pero además la Consellería de Infraestruturas construye y rehabilita edificios para destinarlos al alquiler. Así, las viviendas procedentes de la recuperación de conjuntos históricos se adjudican exclusivamente en régimen de arrendamiento, así como una parte de las nuevas promociones cuando los ingresos del adjudicatario no superan 1,5 veces el IPREM (unos 11.300 euros).

Infraestruturas informa que en Vigo está licitada la construcción de un total de 62 nuevos pisos que serán destinados a alquiler. En Ourense, en estos momentos, se están construyendo ya ocho pisos para arrendamiento público y está en marcha la rehablitación de otros dos. Además se prevé la reforma de otro inmueble que ampliará en otras seis viviendas más la oferta.

En A Coruña está en proceso de adjudicación la construcción de 40 nuevas viviendas en el Parque Ofimático. En Santiago se prevén 24 pisos de alquiler, que están en fase de redacción del proyecto. Y en Betanzos la Xunta está rehabilitando seis viviendas en inmuebles adquiridos en el casco viejo y está licitada la reforma de otros ocho pisos.

En Lugo está adjudicada la rehabilitación de cinco viviendas en la Tinería, pero Infraestruturas aclara que no pudo comenzar la obra por el retraso del concello que aún no dio licencia. También se prevén en esta misma ciudad otros cuatro pisos de alquiler.

El problema es que la oferta de estas 300 viviendas para alquiler no es inmediata, puesto que se requieren unos plazos de ejecución.

A mayores, la Consellería de Infraestruturas también tiene previsto adquirir inmuebles para rehabilitar en los cascos históricos de Ferrol, Betanzos, Ourense y Lugo a través del Programa Rexurbe y dedicarlos en alquiler. Actualmente está valorando las ofertas presentadas.

Y, entre las 3.500 viviendas que conforman el parque público de alquiler de la Xunta, la única posibilidad de hacerse con un arrendamiento es que el actual ocupante renuncie porque se traslada a otra localidad o a otro piso. En ese caso, se vuelve a adjudicar.

Entretanto, más de 10.000 gallegos, inscritos en el Registro de Demandantes, esperan por un alquiler. La gran mayoría, unos 7.500, solicitan una vivienda de promoción pública, las más económicas, de los cuales 380 la buscan en un casco histórico.