Sogama recibió el pasado año 796.043 toneladas de basura, un 0,7 por ciento más que en 2016. De esta cantidad un total de 579.586 toneladas fueron incineradas en la planta para la producción de electricidad, lo que supone un incremento de un 5,4 por ciento respecto al ejercicio anterior.

Del resto de los residuos, unas 216.457 toneladas, que no son incineradas, hay una parte, entre el 12 y el 13 por ciento que son recicladas y el resto se envia al vertedero de Areosa.

En su balance de actividad del último año, Sogama destaca el incremento en el porcentaje de residuos que son transportados en tren. El 45 por ciento de toda la basura que llega a la planta de Cerceda lo hace en tren, frente al 25 por ciento inicial. Y el objetivo es que este año se llegue al 55 por ciento. El transporte por ferrocarril supone un ahorro de 2.230 toneladas de emisión de CO2 y cerca de 800.000 litros de gasóleo cada año.

La actual capacidad de tratamiento de residuos de Sogama se limita a 550.000 toneladas. Con las obras de ampliación que se han iniciado podrá gestionar hasta un millón de toneladas e incrementar el reciclaje en 120.000 toneladas anuales.