Alberto Vaquero, profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Vigo, advierte del problema de futuro de tener en Galicia a 53.000 jóvenes que no estudian ni trabajan: "Pierden su tren laboral".

- En 2010, el 17% de los jóvenes entre 16 y 29 años eran ninis, ahora es el 16,6%. ¿Es un dato positivo?

-Es una ligera mejora que va en consonancia con la reducción experimentada en la UE y en España. Basta recordar que en 2008, antes de la crisis, el porcentaje era del 15,3%, alcanzando el máximo del 22,5% en 2013, pero que gracias al proceso de recuperación económica, en 2017 se situaba en el 16,4%. Aún con todo estamos muy lejos del 13,2% de la media de la UE15. Por lo tanto, optimismo muy moderado.

- En términos absolutos la caída sí es importante, pues pasan de 70.400 a 53.100 ¿A qué se debe?

-Una parte del descenso se debe a la mejora de la economía y el aumento de la contratación, que está reduciendo el peso de los ninis. Sin embargo, esta mejora debe ser matizada, ya que la contratación es básicamente de naturaleza temporal, por lo que si bien ahora la probabilidad de tener un trabajo es mayor, la precariedad laboral es una realidad. Por otra parte la mejoría también se debe a que la población en el tramo de edad analizado es menor, por lo que inevitablemente el resultado es positivo. Además, como las expectativas laborales son mejores que hace unos años, hay mayor optimismo laboral. Finalmente, los profesores hemos comprobado cómo hay un mayor interés por formarse, lo que ha aumentado el número de alumnos. Todo esto influye.

- ¿Hay un porcentaje óptimo de ninis?

-Una persona joven al convertirse en inactiva está diciendo a la sociedad que no se ve con los medios y capacidades suficientes para ni tan siquiera optar por un empleo. Este es el verdadero problema, ya que "han tirado la toalla". No debería haber personas jóvenes, salvo casos muy concretas, que sean inactivos y no estén estudiando (ni trabajan, ni buscan, ni estudian). Esto no es solo un problema hoy, si no sobre todo de cara al futuro, ya que estas personas están perdiendo su "tren laboral".

- ¿Ha sido positivo el Plan de Garantía Juvenil, o solo es empleo precario?

-El Plan de Garantía Juvenil pivota excesivamente sobre la aplicación de subvenciones. Los economistas somos, por lo general, muy críticos con estas actuaciones, ya que suelen estar diseñadas muy a corto plazo para obtener un resultado inmediato, pero que se diluye en el tiempo. En vez de actuar casi únicamente en políticas de demanda, habría que impulsar actuaciones sobre la oferta de trabajo, esto es, reduciendo los problemas y carencias de una parte importante de la mano de obra. Es necesario evaluar adecuadamente los resultados obtenidos en las políticas activas de empleo, una asignatura pendiente, desde hace muchos años, en nuestro país.