El conflicto en la Justicia gallega, lejos de amainar, se recrudece. Al menos así lo avanzaron ayer los sindicatos del comité de huelga, quienes advirtieron de nuevas movilizaciones luego de otro desencuentro cuando más cerca parecía el acuerdo. Sin embargo, la jornada finalizó en la disensión más total. Hasta el punto de que a las 19.00 horas el propio vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, también responsable del departamento de Xustiza y hasta ahora apartado de los focos en la negociación, comparecía ante los medios para mostrar su "indignación" y "perplejidad" e informar de que había un "preacuerdo" de la Administración con cuatro de los siete sindicatos (CC OO, UGT, CSIF y SPJ-USO, con el 60% de representación, apunta) para que el paro finalizase ayer mismo. Tras romper lo pactado los sindicatos, según explicó, la Xunta "no va a convocar futuras reuniones" ni "va a haber más ofertas".

"Yo mismo estuve en la negociación", reveló Rueda, quien aseguró que existía un compromiso para que la oferta fuese trasladada a los trabajadores en las asambleas para que estos decidieran. La Xunta facilitó un documento en el que se desgranan, explicó el número dos del Gobierno gallego, la última propuesta económica del Ejecutivo: 135 euros para los gestores, 127 para los tramitadores y 122 para los auxilios, lo que los situaría, dijo, de cuartos entre las autonomías.

Además, el preacuerdo incluía una "garantía" que "blindaría" a los trabajadores para "estar siempre por encima de la media de las comunidades", como pedía el Parlamento, y un plan de recuperación de un "80% del trabajo atrasado a causa de la huelga". Con todo, esa oferta "ya ha perdido validez", proclamó, porque el acuerdo no se cerró. "Los sindicatos siempre pedirán más de lo que se les ofrezca", criticó. Así, indicó que el comité demandó "mantener siempre la cuarta posición" o "recuperar el dinero perdido" en la huelga, un 10% "automáticamente".

"Esto no es una subasta ni un juego de niños", criticó Rueda, para quien los representantes sindicales "no están pensando en los trabajadores", sino en sus "intereses sindicales". "No vamos a hacer ninguna oferta a mayores", defendió, y "dejarlo claro" fue una de las razones de su comparecencia, que consideró "necesaria" tras lo ocurrido ayer: "Se incumplió el preacuerdo" y la huelga sigue, señaló. Hoy llegará a su jornada 72 y las conversaciones, retomadas tras 23 días de silencio, no han puesto freno a un paro que conlleva ya unos 20.000 procedimientos retrasados.

Los sindicatos dijeron que no a la propuesta (ya la décima y segunda de ayer) de la Xunta, a la que reprocharon que "no cerró un acuerdo por 12 euros" después de que ellos rebajaran sus pretensiones hasta los 140 euros de incremento lineal (para todos los cuerpos) y aceptaran, según dijeron, "flexibilizar" el período para lograr la subida a los tres años. De todos modos, haciéndose eco de la Xunta, también dan por "retirada" su propuesta.

Los sindicatos rechazaron entrar "en las mentiras" de Rueda y le conminaron a "que enseñe" el preacuerdo firmado, añadiendo que "nadie se comprometió a llevar a la asamblea el acuerdo". Indicaron que su oferta era trasladar la última propuesta realizada por los sindicatos. "Es una forma de dividir", criticaron.

Frente a ello opusieron su "unidad" (está conformado por siete sindicatos; además de CC OO, UGT, SPJ-USO y CSIF por la CIG, STAJ y Alternativa na Xustiza-CUT) y pidieron la dimisión de Rueda y que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "tome cartas en el asunto", dado que consideran que "dejar a los gallegos en un conflicto que dura 70 días por 12 euros es una irresponsabilidad". Asimismo recuerdan que han pedido la intervención del ministro de Justicia, Rafael Catalá, como "superior de Rueda". En todo caso, los representantes sindicales destacaron ayer su pretensión de querer "seguir negociando". No como la Xunta, señalaron, cuya actuación manifiesta que "no tiene intención de negociar". Por su parte, avanzaron que se plantean "recrudecer las movilizaciones" y que seguirán presentando a diario un escrito para pedir un nuevo encuentro.