Fruto de los controles de la Seguridad Social se vigila que los perceptores de pensiones no contributivas se ajustan a las condiciones para seguir recibiendo estas pagas. En algunos casos, se cancelan las prestaciones tras comprobar que los beneficiarios superan el límite de ingresos y, en otros, se modifican las cuantías de las prestaciones o bien a la baja, cuando aumentan las rentas obtenidas por el pensionista, o por el contrario se les incrementa la cuantía de la ayuda si su situación económica ha empeorado.

En 2017 las revisiones de la Seguridad Social han supuesto cambios en las cuantías mensuales que cobran 3.600 pensionistas gallegos, dos mil de ellos jubilados y casi 1.600 perceptores de pagas por invalidez.