Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El rural más conciliador

Mil jóvenes se ponen en dos años al frente de explotaciones agroganaderas

En muchos casos el campo es el mundo de sus orígenes, el que conocieron de niños y que a veces aparcaron a un lado en pos de otras maneras de vivir. No suelen ser completos desconocidos: a veces es un hermano, otras un padre o una madre, pero casi siempre hay precedente. La tierra no es una extraña. Todos saben que es duro, que no hay horarios, pero también creen que eso es una ventaja porque les permite hacerse los suyos y así lograr lo que no les permitieron sus experiencias laborales lejos del campo: estar más con sus hijos. Ellos lo llaman "calidad de vida".

Entre 2016 y 2017 hasta mil jóvenes decidieron formar parte de una explotación agroganadera y la Consellería de Medio Rural puso los medios para que pudieran, o al menos para que estén en vías de hacerlo, como ocurre con Sonia Diéguez Salgado (Rodeiro), que se prepara para embarcarse en una explotación de porcino; Loli Rodríguez López (Vilagarcía de Arousa), que se embarcará en el mundo en la apicultura, y Aitor Lata Rodríguez (Oza-Cesuras), que ha optado por la agricultura ecológica.

El de incorporación de jóvenes al mundo rural es uno de los programas de los que presume el departamento dirigido por Ángeles Vázquez, dado que "en solo dos años", explica, se han alcanzado la mitad de las altas previstas en el Programa de Desenvolvemento Rural para 2023, que fijaba 2.200. Las ayudas suponen en dos años 40 millones de euros (80% de la UE) y el objetivo es garantizar el relevo generacional.

Solo en la última convocatoria se aprobaron 466 expedientes de incorporación de jóvenes. Pero no basta con querer: hay que demostrar que se puede. O, al menos, que se sabe. Por eso, estos nuevos aspirantes a los que se les ha concedido subvención para montar un negocio en el campo deben superar, en 375 casos, la formación específica sobre la orientación productiva a la que optan. Los 91 restantes o bien tienen el curso ya hecho o han convalidado sus estudios de FP o superiores.

Desde Medio Rural explican que los jóvenes que quieran ser beneficiarios, siendo titulares o cotitulares de una explotación agraria, deben tener información inicial de base o acreditar que hicieron un curso de incorporación a la empresa agraria. El quid está en que se integren en el sector "con una suficiente cualificación", apuntan desde la Xunta. El Ejecutivo, para dar respuesta a esta necesidad, puso en marcha el año pasado una plataforma formativa y ahí se pueden realizar los módulos de ese curso de incorporación, que serían 8 en total y se traducirían en 250 horas. Tres de los módulos están enfocados en las orientaciones productivas específicas, pero los restantes incluyen desde prevención de riesgos laborales a gestión empresarial, pasando por asociacionismo, comercialización y trazabilidad o sensibilización ambiental. Porque estos jóvenes no se van al campo de pícnic, sino a emprender.

Compartir el artículo

stats