Cada año, la Consellería do Medio Rural determina cuáles son las parroquias con una alta actividad incendiaria, lo que acarrea que esos territorios pasen a estar vigilados con lupa, se intensifiquen las actuaciones de vigilancia y se realice un seguimiento exhaustivo de cualquiera actividad que pueda derivar en un incendio forestal. El año pasado había 73 parroquias calificadas con este distintivo de alerta, pero para el plan de lucha contra el fuego (Pladiga) de este año -que está a punto de aprobarse- la cifra se ha elevado a 77, que están repartidas en 48 ayuntamientos.

Además de la vigilancia extra de estos territorios, la consideración de parroquia con una alta actividad incendiaria (PAAI) tiene otras consecuencias, como que se hace un control intensivo de las ayudas públicas otorgadas o que no se concedan autorizaciones extraordinarias para la práctica del pastoreo en terrenos quemados.

La inclusión de una parroquia en esta lista roja responde a dos razones: que registraran una media anual de siete o más fuegos en los últimos cinco años o que sufrieran incendios especialmente virulentos, entendiendo por tal al menos dos incendios en los últimos diez años que arrasaran con 200 hectáreas cada uno como mínimo.

Las PAAI se crearon en el Pladiga de 2014 como una medida para centralizar los esfuerzos en la lucha contra los incendios, dado que el problema no afecta por igual a toda la comunidad. Y cada año se revisa el mapa para actualizar las zonas de mayor riesgo o eliminar de la lista aquellas donde la actividad incendiaria se haya reducido de forma significativa.

Con respecto a 2017, se caen seis parroquias, pero entran diez, por lo que pasan de 73 a 77. Como ya es tradicional, el grueso del territorio en alerta roja pertenece a la provincia de Ourense: son 52 las parroquias señaladas, el 67,5% del total, repartidas en 28 municipios. En Lugo solo hay una zona con la calificación de PAAI mientras que en A Coruña son nueve las parroquias identificadas, repartidas entre siete concellos: Carballo, A Coruña, Boiro, Lousame, Ribeira, Porto do Son y Cee.En la de Pontevedra son 15 las parroquias (el 19,4%) distribuidas en 12 ayuntamientos: Dozón , Arbo, A Cañiza, As Neves, Ponteareas, O Porriño, Salceda, Soutomaior, Tomiño, Vigo, Caldas de Reis y Poio.

Algunas de estas zonas se han ganado a pulso su inclusión en la lista roja de alerta, como es el caso de la parroquia de O Pereiro, en A Mezquita (Ourense), con 99 incendios registrados en los últimos cinco años.

En San Xoán de Carballo (A Coruña) se produjeron 98, en Santa Baia de Cualedro (Ourense), 81, y en Pontellas, de O Porriño, 66 fuegos entre 2013 y 2017.