Con una concentración a las puertas de la sede central de la Xunta en Santiago, los sindicatos mandaron al Gobierno gallego y al conselleiro responsable del área judicial, Alfonso Rueda, el mensaje de que los funcionarios están dispuestos a "no dar marcha atrás" y continuar con su huelga indefinida, que supera los dos meses, mientras no haya un acuerdo "justo".

Con presencia policial, los funcionarios lucían sus ya conocidas camisetas azules contra la "discriminación", entonaron consignas como "aunque llueva o aunque nieve, la justicia no se vende", y portaban carteles --con bolígrafo incluido- con un mensaje para Rueda: "Abre la puerta, vamos a firmar los 300 euros".

Sin embargo, cuando el Ejecutivo habla de una subida del 14% --unos 300 euros al mes- realmente alude al incremento del complemento autonómico transitorio que ofrecería a los trabajadores de justicia sumado a la subida pactada en Madrid para todos los empleados públicos.

Para aclarar precisamente estos términos de la oferta económica de la Xunta, el comité de huelga pidió para hoy una reunión con la Xunta, a la que el Gobierno gallego no acudirá al entender que el comité de huelga no tiene ninguna voluntad real de negociar.

Por otra parte, el fiscal delegado de Medio Ambiente en Galicia, Álvaro García Ortiz, sostuvo ayer que la huelga indefinida emprendida por los trabajadores de la Justicia, que ya supera los dos meses, ha logrado "paralizar por completo" a la administración judicial en la comunidad y lamentó que la Xunta recurra "al arma del desgaste" para intentar "deslegitimar" las reivindicaciones de los funcionarios.

"Desde el punto de vista de los huelguistas, la huelga hasta ahora ha sido un éxito, la administración de la Justicia está completamente paralizada, al menos en el entorno que yo conozco", manifestó García Ortiz antes de participar en una mesa redonda sobre el conflicto laboral que vive el sector.

Agregó que, frente a los trabajadores que se someten a "una huelga muy dura y difícil" para lograr más recursos y mejoras laborales, "se usa el arma del desgaste" con el fin de "deslegitimar" unas reivindicaciones que, a su modo de ver, son justas.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, consideró ayer que el desplazamiento de representantes sindicales al Congreso de los Diputados para reunirse con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, demuestra que los trabajadores de la justicia "están siendo utilizados" con fines políticos en una huelga que ya no es "una reivindicación sindical".

Varios integrantes del comité de huelga del personal de Justicia de Galicia, en huelga indefinida desde el 7 de febrero, se trasladaron ayer a Madrid para hacer llegar al ministro de Justicia, Rafael Catalá, una carta en la que piden su mediación, lo que según Núñez Feijóo demostró que se trata de un movimiento político.

"Es algo muy sorprendente, supongo que todos los gallegos lo vieron y, sobre todo, lo que me interesa es que lo vean los trabajadores de justicia" para que sepan que "están siendo utilizados" en el marco de una huelga que ha dejado de "ser una reivindicación sindical, para tener cada vez unas connotaciones cada vez más claras y cada vez más intensas con determinados grupos políticos".