"Puro sectarismo e integrismo". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, arremetió ayer contra la rotura de dos fotos del Rey Felipe VI por parte del diputado del BNG Luís Bará en la sesión parlamentaria del miércoles, acción que vinculó, además, con "episodios de violencia, aislada en algunas zonas de Galicia", aunque luego matizó que se refería a actos previos de quemas de banderas de grupos independentistas. "Me avergüenzo de esas provocaciones", resumió su postura sobre un gesto con el que el nacionalista pretendía protestar contra lo que entiende la aplicación represiva de la Ley Mordaza y un Código Penal que ha permitido acusar de enaltecimiento de terrorismo a raperos como La Insurgencia o de actos terroristas a los Comités de Defensa de la República (CDR) por protestas callejeras. Su propuesta para pedir la derogación de la primera y la supresión de la reforma del Código Penal que varió la tipificación del terrorismo y su enaltecimiento fue rechazada por el PP.

"No sé si algún diputado tiene como diputado de cabecera al señor [Gabriel] Rufián [de ERC], pero uno acaba de imitarlo. Si esa es su mayor aportación a la política gallega, ni siquiera representa de forma correcta los pocos votos que tiene", añadió Feijóo, comparando a Bará, exedil en Pontevedra y alto cargo de la Xunta bipartita (2005-2009).

Feijóo, que sostuvo que ese gesto es lo único que considera que Bará ha aportado a la Cámara, lamentó la postura del BNG y matizó que los episodios violentos a los que hizo mención son minoritarios. "Afectan a un porcentaje absolutamente minoritario de la población gallega, que parece ser que es el que quiere representar ese diputado del BNG y el BNG en su conjunto, porque no escuché de momento, espero que sí en las próximas horas, una declaración de sus responsables en relación con la actitud integrista de los diputados nacionalistas", cargó. "Los gallegos no somos así", finalizó tras la reunión del Consello.

El PP ya censuró el gesto de Bará al final de la sesión del miércoles, pidiendo que se "sacasen las consecuencias legales oportunas" sobre el diputado, amparado en principio por la inmunidad en el hemiciclo.

Esas posibles repercusiones ya están siendo analizadas por los servicios jurídicos de la Cámara, a los que encargó un informe el presidente de la misma, el popular Miguel Santalices. Lo sucedido será debatido esta mañana tanto por la Mesa del Parlamento como por la junta de portavoces. "A partir de ese informe, los órganos de la Cámara decidirán las medidas a adoptar", avanzaron fuentes parlamentarias.

Santalices, ausente cuando Bará rompió las fotos, consideró en un comunicado el miércoles que se trató de "una conducta impropia" de un diputado.