El Tribunal Militar cuarto de A Coruña acogerá entre el próximo 28 de mayo y el 1 de junio el juicio contra cinco alféreces de la Escuela Naval Militar de Marín que están procesados por acosar de forma continuada a un compañero durante los cincos años que duró la carrera en este centro de la ría de Pontevedra.

Según recoge el diario El País, la Fiscalía Militar solicita cuatro años de cárcel para los cinco alféreces que supuestamente participaron en el acoso a la víctima. Les imputa un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas de los militares y considera que los implicados "mantuvieron de forma permanente y continua en el tiempo un trato de desprecio, crítica y burla con comentarios despectivos sobre la falta de aptitud profesional de la víctima".

"Si te cojo fuera te doy una paliza y te arranco los ojos", asegura que le llegó a decir uno de ellos a la víctima durante unos entrenamientos. "Como coincidas en la misma compañía o batallón que yo te vas a cagar, te meto dos tiros y que quedo tan ancho, me voy al penal, me da igual", recoge el escrito del fiscal como otra de las amenazas, proferidas ambas el 12 de mayo de 2016 durante unas maniobra de entrenamiento desarrolladas en el centro que el Ejército tiene en el Chinchilla de Montearagón (Albacete).

Estos menosprecios se recogen en el auto de procesamiento cuyo contenido ya se publicó en su día. El instructor señalaba entonces que los acusados "desde el primer curso de la carrera, protagonizaron un trato de desprecio, crítica y burla hacia su compañero alférez con comentarios despectivos sobre la falta de aptitud profesional de la víctima".

Se detallaban insultos que tenía que soportar "de forma constante" con calificativos como "monstruo, Ígor, o perno". El acoso comenzó en el primer año de carrera, cuando se negó a facilitarle un trabajo de una asignatura al cabecilla de la banda.

Según recoge El País, el Ministerio Público concluye que esta persecución causó en la víctima "un quebrantamiento de la resistencia moral durante los cinco años de carrera". También que la víctima llegó a informar a un mando de sus problemas cuando cursaba el segundo curso pero que el superior le habría sugerido que fuera más dócil y "de vez en cuando, entrar por el aro". Además, cuando los superiores se enteraron de que denunció el acoso a la Guardia Civil en lugar de informar a sus superiores, fue sancionado con una falta leve.

La gota que colmó el vaso del hostigamiento se produjo en los entrenamientos realizados en mayo de 2016 en Albacete. Ahí se produjeron las amenazas cuando los alféreces llevaban caminando cuatro kilómetros de un total de 13. Comenzó a llover de forma intensa y los alumnos de la Escuela Naval empezaron a meterse con el jefe del entrenamiento y a bromear sobre él. Cuando este les reprocha las chanzas, es respondido con insultos, empujones y amenazas por parte de sus compañeros, que en ese momento portaban fusiles, como el resto de los corredores que participan en el entrenamiento.

Este acto fue el último gesto de acoso que sufrió la víctima tras cinco años de hostigamiento por parte de cinco alféreces de la 146 promoción del Cuerpo de Infantería de Marina.