Por segundo ejercicio consecutivo en los últimos 14 años, la inversión del Estado en Galicia se queda por debajo de los 1.000 millones de euros. Si en 2017 fueron 924, este ejercicio serán 936,8, la segunda cifra más baja desde 2004, según consta en el proyecto de presupuestos generales del Estado presentado ayer por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Galicia no alcanza los 1.000 millones y lo hace después de convertirse en la segunda comunidad en la que menos aumenta la inversión regionalizable, si bien hay otras dos en las que directamente se reduce. Si la subida media en el conjunto del Estado es del 15%, la autonomía gallega recibe solamente un incremento del 1,3%. Es decir, 11 veces menos que en el resto del Estado. Solo hay tres comunidades con peores cifras: Castilla y León, donde las aportaciones del Gobierno central para este año solo aumentarán un 0,5%; y Navarra y La Rioja, los dos únicos territorios en los que se desploma la inversión, un 30% y un 16%, respectivamente.

En cambio, hay tres territorios en los que la dotación presupuestaria supera el 30%. Uno de ellos es el País Vasco (32%). El Gobierno presentó ayer los presupuestos con medio año de retraso y además no cuenta, por ahora, con la mayoría suficiente para aprobarlos. Para ello necesita los cinco votos del PNV, que ha asegurado que no los apoyará hasta que deje de estar vigente el artículo 155 de la Constitución en Cataluña. El País Vasco va a recibir un tercio más del Estado que el año pasado, hasta los 509 millones. En 2017 habían sido 381 tras una caída del 15% con respecto al ejercicio anterior.

Galicia, por su parte, ve como vuelve a quedarse por debajo de los 1.000 millones, el incremento que recibe está entre los bajos y aún padece el desplome de la inversión del 32% que sufrió el año pasado tras recortar la partida en 440 millones. Con las cifras hechas públicas ayer, la comunidad se mantiene aún entre las cinco (en 2016 era la tercera) que más aportación recibe. Solo la superan Andalucía (1.477 millones); Cataluña (1.349), Madrid (1.247) y Castilla y León (1.002). Estas cuatro son las únicas que superan la barrera de los 1.000 millones. El incremento tan bajo de este año en Galicia también ha provocado que el porcentaje sobre el total de la inversión estatal en la comunidad se quede por debajo del 10% (9,2%).

Detrás de esta pérdida de relevancia presupuestaria están, sobre todo, las obras del tren de alta velocidad, que han sido el pilar de las inversiones estatales en Galicia en la última década. Cuando el 80% de la infraestructura está ya construida y el año 2020 es la última fecha que se ha dado para su puesta en funcionamiento, las obras del tren ya no son tan relevantes como hace años y de ahí que la inversión tampoco sea tan elevada como entonces.

La inversión por habitante muestra también una radiografía de en qué posición se encuentra Galicia con respecto al resto de comunidades. Con 346 euros por persona ocupa la cuarta plaza.

Baja una posición con respecto al año pasado, ya que la supera Extremadura, con 359 euros. Las que más reciben por habitante son Cantabria (468) y Castilla y León (413), que se cambian las dos primeras plazas con respecto a 2017.

Los presupuestos también trajeron la buena noticia de la subida de las pensiones de entre un 1% y un 3% que "beneficiará a más de medio millón de gallegos", según avanzó ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva. Además, aseguró que las medidas de incremento de las pensiones mínimas, no contributivas y de viudedad "supondrán un impacto de 293 millones en Galicia" que beneficiarán a 510.000 personas.

La inversión regionalizada asciende en su conjunto a 10.128 millones, un 17% más que un año antes, a la que hay que sumar otros 4.662 millones (un 10% más) no territorializados.

En todo caso, ahora está por ver la capacidad de ejecución del Gobierno, dado que los presupuestos aún no se han aprobado y en el caso de conseguirse, solo habrá medio año por delante para gastar todo lo programado para un año.