Miles de mujeres mostraron en las ciudades gallegas, epicentro de las protestas con motivo de la huelga del 8-M, el impacto de la reivindicación de igualdad real en todos los ámbitos de la sociedad, si bien en A Coruña se celebró un festivo local.

El contenido simbólico de la protesta rememoró en Santiago las manifestaciones durante la catástrofe del Prestige, casi llenando de mujeres la praza do Obradoiro de la capital. Allí coincidieron varias manifestaciones: las convocadas por organizaciones feministas y las encabezadas por sindicatos como la CIG, que solo llamó a paros de dos horas por el 8-M. Al final del día, tuvo lugar una concentración unitaria de todas las partes para reclamar igualdad

En el ámbito político, el Gobierno gallego no secundó el paro, aunque encabezó una concentración en su sede de San Caetano, con el presidente Alberto Núñez Feijóo al frente. El lema fue "8-M. Iguais e libres". En el Parlamento autonómico, se realizó también un acto de cinco minutos para mostrar su "compromiso con la igualdad", en palabras de su presidente Miguel Santalices. En la Cámara, las diputadas de En Marea y BNG se sumaron a la huelga y las del PSdeG realizaron paros parciales. Las del PP no la secundaron.

En Ourense, las manifestantes gritaron en la concentración "¡Sofía, no te enteras!", en alusión a la edil del PP que sostuvo que la huelga estaba "directamente impulsada por un grupo político con peligrosos nexos" con países "donde las mujeres llevan burka".