La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) rechaza la huelga feminista del 8 de marzo porque "afectará a la producción y prestación de servicios de las empresas" y porque "puede perjudicar" -alega- a iniciativas de negociación impulsadas en el ámbito de la igualdad. La patronal de Pontevedra se desmarca de este comunicado. UGT denuncia que la patronal "impidió cualquier avance" en el Consello Galego de Relacións Laborais para garantizar la conciliación de la vida laboral y familiar.