La huelga en la justicia gallega se recrudece. Un día después de que los sindicatos rechazasen la oferta del vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, de encabezar la negociación a cambio de suspender el paro, el jefe del Ejecutivo, Alberto Núñez Feijóo, censuró esa negativa y consideró politizada la protesta a partir de ahora. "Los primeros que descalificaron la propuesta [de Rueda] fueron los partidos [de la oposición]. Eso evidencia que este conflicto se politizó. Los partidos políticos están ahora detrás de este conflicto. No se puede usar un conflicto salarial para sacar rédito político", arremetió a preguntas de la prensa tras la reunión semanal del Consello.

La postura de la Xunta se mantiene con una oferta de incremento salarial que Feijóo situó en 1.000 euros anuales de media y reiteró que no llegará a las demandas sindicales. "Proponen un 13% de subida. No podemos llegar ni de cerca", aseguró antes de reiterar que aplicar ese incremento salarial al resto de empleados de la Xunta supondría 600 millones de euros.

"No puedo entender el interés de los sindicatos por prolongar el desacuerdo", añadió en alusión a los actos de protesta previstos por alguna central para el 8 de marzo, día en que está convocada una huelga feminista para exigir el fin de la discriminación de la mujer.

Además, Feijóo expuso los datos del servicio de personal de la Xunta para mantener que el paro fue secundado por el 37% de los 2.700 trabajadores de la justicia, menos de la mitad del dato ofrecido por los sindicatos.

"Sabemos quiénes van a la huelga", aseguró en alusión a los descuentos en las nóminas que se deben aplicar por no acudir al trabajo. Según sus cifras, esa reducción salarial se ha aplicado a entre el 37 y el 38% de la plantilla.