Galicia renovará su legislación sobre el juego, que data de 1985, para adaptarse al siglo XXI, en el que se ha producido no solo la eclosión de las apuestas online, sino también de las vinculadas a los deportes a través de las máquinas situadas en bares y cafeterías. El PP lanzó ayer el proceso para que la Xunta apruebe un nuevo texto legal, con el apoyo del BNG, y señaló la necesidad de cambios en las sanciones para proteger a los menores de edad y a los ludópatas, mayores controles de acceso a los locales y regular la publicidad, aunque el Gobierno central ya prepara una norma sobre el asunto.

El sector del juego vive una paradoja en Galicia. Los empresarios tradicionales (tragaperras o bingos) se quejan de la caída del negocio y reclaman mejoras impositivas, pero el mundo online y, sobre todo, las apuestas crecen sin parar.

La Xunta concedió las primeras licencias para explotar esa última modalidad en 2013, estableciendo un tope de 2.000 terminales instaladas en locales de hostelería. Amplió posteriormente esa cifra a 3.600, límite que casi se ha alcanzado.

Mientras, las asociaciones de ayuda a los ludópatas alertan del efecto sobre los más jóvenes de una práctica potenciada por una agresiva publicidad. A mediados de 2016, dos de las principales asociaciones de Galicia -Agaja y Agalure- cifraban en 80 consultas mensuales las llamadas de padres. En una veintena de caso se trataba de menores, que burlaban la prohibición de apostar. Alejandro Rodríguez, responsable del Instituto Terapéutico Gallego, comparó la fiebre por el juego con la epidemia de heroína de los años ochenta.

El PP anunció la inminente actualización de la ley al aprobar, con el voto del BNG, en el Parlamento una proposición no de ley que insta a la Xunta a elaborar el nuevo texto "de forma que se actualicen sus preceptos y se recojan las necesidades de la sociedad de nuestros días, manteniendo los imprescindibles controles que corresponden a la administración en la búsqueda de la consecución de una conciencia general de lo que se entiende como juego responsable". El partido prometió el cambio en 2016.

La popular Paula Prado reconoció la preocupación especial por la ludopatía" en la defensa de la iniciativa y propuso cambiar aspectos como las sanciones para mejorar la protección de menores de edad y ludópatas, las fianzas para las empresas operadoras y la publicidad, tema sobre el abogó por eliminar la "incitación" destinada a menores, citando el caso de anuncios protagonizados por el futbolista Neymar "diciendo que se juegue al póquer" en horario infantil. "Pretendemos la regulación de la publicidad para proteger a los menores y a los sectores más vulnerables", añadió.

El nacionalista Luís Bará reclamó mayor control de la fiscalidad para que la Xunta no deje de ingresar lo que le corresponda. La viceportavoz de En Marea, Carmen Santos, justificó el voto en contra de su grupo alegando que la proposición "está vacía de contenido" y el socialista Juan Díaz Villoslada -su partido se abstuvo- lamentó que hasta ahora no se hubiese abordado este cambio y se optase por modificaciones del texto de 1985.