El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, garantizó ayer a los barones autonómicos del PP que no habrá quita a la deuda de las comunidades, una propuesta que puso encima de la mesa hace dos semanas, y que fue rechazada por buena parte de su partido, en especial por el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. No habrá condonación de la deuda, pero sí "ayudas para que las comunidades puedan pagar su deuda", admitió el propio Feijóo, a preguntas de los periodistas, a la salida de la comida que Mariano Rajoy mantuvo con el poder autonómico de su partido.

"Ha quedado claro que no va a haber ninguna quita en la deuda de las comunidades. Vamos a seguir ayudando a las comunidades a pagar su deuda, pero no a cambio de que unas paguen y otras no", explicó Feijóo, y abrió la puerta a cambiar las condiciones del préstamo (plazos, tipos de interés, ...), al declarar: "Cosa distinta es buscar mecanismos para reestructurar la deuda, facilitar plazos para el pago de la misma, pero condonar, perdonar, no, pues va en contra de cualquier principio moral y económico".

"Los ciudadanos no entenderían que a quienes deben, incluso los que deben más dinero, se les condone la deuda. Tendríamos muchas dificultades para explicar a los ciudadanos que deben seguir pagando impuestos". Así justificaba ayer Feijóo su rechazo a la quita, una iniciativa que perjudicaba claramente a Galicia, pues optó por acudir muy poco a la financiación estatal para no perder autonomía económica, mientras otras comunidades, para pagar a sus proveedores, se agarraron con fervor al plan de Montoro. Cataluña pidió 53.005 millones de euros, y Valencia, 35.827 millones al Estado, frente a los 4.714 millones de la Xunta.

No era Feijóo el único dirigente autonómico del PP contrario a los planes de Montoro. El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, también rechazó esa "especie de regalo" que además resulta "injusto" para quienes han hecho "esfuerzos especiales", como su Gobierno para cumplir con los objetivos de déficit. Herrera confirmó que "algunos presidentes expresaron su criterio absolutamente contrario a la quita", en la comida con Rajoy y Montoro, a la que también asistieron la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría y la ministra Dolores de Cospedal. "Montoro nos ha tranquilizado", concluyó Herrera.

"Las deudas se pagan" ,sentenció el coordinador del PP, Fernando Martínez-Maillo, cuando se le preguntó por la quita. Añadió: "El ministro lo ha dejado muy claro. Nunca habló de eso, solo de mejorar la financiación del conjunto de los españoles". Maillo aseguró también que no está encima de la mesa ningún otro tipo de compensación para aquellas comunidades autónomas que así lo reclaman. "Al menos ninguno de los dirigentes del PP que hoy estaban lo han manifestado", afirmó.

Rajoy convocó a los líderes autonómicos de su partido a una comida en la sede del partido, en un momento en que se evidenciaban tensiones internas en torno a la propuesta de la quita a la deuda autonómica, pero también preocupación por las encuestas que sitúan a Ciudadanos como primera fuerza en intención de voto,mientras la tendencia del PP sigue siendo a la baja. Oficialmente en la sesión de trabajo no se habló de la competencia de Ciudadanos, pero cuando Maíllo compareció ante los periodistas para dar cuenta de los acuerdos aseguró que la reunión de ayer "la puede hacer el Partido Popular, otros no, porque este es una formación de Gobierno en toda España, con liderazgos y voz propia, con poder territorial".

La receta que Feijóo puso encima de la mesa para que el PP siga siendo el partido más votado fue trabajar y gobernar. "A nosotros nos preocupa la gente, aprovechemos que este año no hay contiendas electorales para presentar propuestas y gobernar, y sacar adelante los presupuestos, y en las elecciones de 2019 que los ciudadanos decidan quien tiene las mejores propuestas" , expuso el titular de la Xunta, a preguntas de los periodistas, al término del encuentro, cuando se le preguntó por el partido de Albert Rivera.