Casi 300 menores gallegos fueron víctimas de violencia en el ámbito familiar en un año. Los casos de maltrato infantil han experimentado un incremento de casi el 70 por ciento desde 2009. Galicia es además la quinta comunidad con un mayor número de niños que han sufrido agresiones o abusos por parte de familiares o personas que conviven con ellos en el hogar.
Según el portal "Infancia en datos" puesto en marcha por el Ministerio de Sanidad y Unicef, más de 5.500 niños en España han sido víctimas de violencia familiar en 2016. En Galicia fueron 283, una cifra superior a los 275 detectados el año anterior y que casi duplica a los casos registrados siete años antes: solo 169.
Los datos que maneja el Ministerio de Sanidad y Unicef se refieren solo a los delitos calificados de graves que incluyen agresiones físicas, abuso sexual, prostitución, corrupción de menores o explotación de la mendicidad, entre otros. Y sólo cuando se producen en el ámbito familiar: es decir, son malos tratos ejercidos por padres, o por las parejas o compañeros sentimentales de alguno de los progenitores o cualquier otro pariente que conviva en el domicilio con el menor.
Una mayor concienciación ha favorecido un incremento de las denuncias, pero aún así los pediatras han alertado que solo salen a la luz en torno al 10 o 15 por ciento de los casos y advierten que uno de cada cien niños sufren malos tratos domésticos.
La Consellería de Política Social reconoce que "son muchos los casos de maltrato infantil que quedan en el anonimato" e insiste en la importancia de detectarlos a tiempo.
De ahí la importancia de que médicos o profesores estén atentos a las posibles señales de malos tratos y que denuncien si tienen conocimiento de estas situaciones. De hecho, existe una guía dirigida a estos profesionales para que aprendan a detectar posibles signos de violencia familiar. Por ejemplo, se les pide que dén la alerta no solo si aprecian señales físicas de agresiones, sino también si observan tristeza intensa, mutismo, indiferencia, actitud defensiva ante los adultos o problemas de nutrición o retraso en el desarrollo intelectual.
Además la Xunta dispone de una línea gratuita de teléfono (116 11) para que los menores que se sientan maltratados puedan llamar a cualquier hora del día.
"Desgraciadamente, y a pesar de los avances en la concienciación de este problema, siguen siendo muchos más los casos de maltrato infantil ocultos que aquellos que se detectan", lamentan desde la Consellería de Política Social.
Además de estos 283 menores gallegos que han sido víctimas de vilencia familiar, hay otros 239 que han sufrido agresiones o abusos sexuales, pero no ceñidos al ámbito doméstico, según los datos del portal Infancia en Datos.
Pero los malos tratos pueden proceder también de otros menores. Aunque en este caso el dato más reciente es del año 2014, se cifra en un 9 por ciento el porcentaje de niños gallegos que han sido agredidos por sus compañeros en el colegio.
Redes
Las nuevas tecnologías representan otro factor de riesgo para los más jóvenes. Los casos de mobbing a través de la red o del móvil, situaciones de acoso sexual o incluso de fraudes van en aumento, aunque no siempre se denuncian y su persecución sea más difícil. En 2016 un total de 146 niños gallegos fueron víctimas de algún tipo de delito vinculado a las nuevas tecnologías.
Cuando se produce una situacion de malos tratos o de desamparo de un menor, el caso pasa a los servicios sociales. Casi 41.000 niños fueron atendidos en 2015 por los trabajadores sociales de los ayuntamientos por distintas casuísticas, una cifra que se incrementó un 36 por ciento desde el año 2010.
