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El MIR docente mira hacia Finlandia

La propuesta del Gobierno guarda similitudes con el acceso al sistema educativo del país escandinavo, con varias pruebas para medir la vocación de los aspirantes a profesor

Aspirantes a profesor en unas oposiciones recientes. // Brais Lorenzo

La reforma del sistema para ser profesor que plantea el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, a través de la propuesta de un MIR para docentes, así como la idea lanzada en el Senado por el conselleiro gallego de Educación, Román Rodríguez, guardan ciertas similitudes con el modelo de acceso a la docencia implantado en Finlandia. Este país escandinavo, con óptimos resultados en el informe PISA, que destaca en equidad e igualdad en centros educativos y en el que se considera la profesión docente como una de las más prestigiosas desde hace tiempo, sale muchas veces como ejemplo de sistema educativo; un espejo en el que muchos quieren mirarse. ¿Cuáles serían, a priori, los parecidos?

| Finlandia: difícil cursar la carrera. En el modelo finlandés las exigencias para ser docente empiezan en el acceso a la carrera. Se exige una nota de entrada de entre un 9 y un 10 (que se calcula entre los estudios de la etapa del instituto y un examen final que equivaldría a una reválida o selectividad). Es el primer síntoma de que el país escandinavo reclama a "los mejores" para la docencia.

| El acceso actual en España. Los estudiantes terminan el instituto y realizan la selectividad (EBAU en la actualidad). Con esa nota media, los que que quieren ser maestros van a Educación Infantil o Primaria. Si bien antes la nota de corte de estas carreras quedaba muchas veces en el 5, ahora está en el 6 y en algunas facultades gallegas se supera el 7. Para orientarse hacia Educación Secundaria, los estudiantes cursan un grado de cualquier especialidad. Después realizan el máster de profesorado y han de pasar las oposiciones (los maestros también).

| Calcular la necesidad de docentes. En Finlandia se hace y Galicia ha propuesto algo similar. El país escandinavo analiza cuántos docentes son necesarios para el sistema. La propuesta de Galicia pasa por algo similar: realizar un cálculo de los profesores que serán necesarios y fijar las plazas de acceso a los grados de magisterio en función de dicho cálculo. Los decanos de Ciencias de Educación aconsejan revisar el modelo formativo, no solo el número de plazas, de manera que se valore motivación y habilidades concretas para acceder a Magisterio.

| Lo más complicado, al principio. En Finlandia los estudiantes que quieren cursar Magisterio tienen que demostrar prácticamente todas sus aptitudes antes de empezar la carrera. Además de superar el 9 se presentan a una prueba de ámbito nacional en el que se miden destrezas naturales para ser docente, como habilidades sociales o comunicativas, así como si el aspirante suele prestarse como voluntario o monitor de actividades culturales o tiene alguna publicación de contenido educativo. Superada esta primera fase, los futuros estudiantes se enfrentan a un segundo filtro en las propias facultades de magisterio. En esta parte se realizan entrevistas personales a los estudiantes, se les miden aptitudes artísticas o para el uso de tecnologías de la información y se les puede pedir que impartan una pequeña clase. A partir de aquí el sistema se queda con los que considera más apropiados para la tarea docente.

| Propuesta de examen nacional. Si bien el Ministerio de Educación todavía no ha concretado las fases que tendría el nuevo MIR docente, en caso de salir adelante esta reforma del acceso al oficio de profesor, existen varias opciones que introducen un examen de ámbito nacional cuando los estudiantes se licencian. Sería un examen común (en el país) en el que se supone que se medirán las aptitudes para ser docente. Habría una prueba común para los titulados en Magisterio y otra para Secundaria (para licenciados de distintas carreras o especialidades que quieran dedicarse a la docencia). En esta prueba habrá una selección en función de las aptitudes para la docencia de los que se presentan.

| Fase MIR en sí misma. Tras pasar esa prueba de ámbito nacional los titulados tendrán que elegir un centro de formación de profesorado (que estarán vinculados, en teoría, a las universidades). Elegirían el centro de su preferencia según la nota del examen. A partir de aquí iniciarían un máster de dos años como profesores en prácticas y cobrando un salario. Esta sería realmente la fase más similar al MIR de Medicina (con una prueba nacional y varios años de especialidad trabajando en un hospital).

| Oposiciones. Una vez aprobada la fase anterior (dos años como profesor en prácticas) vendrían las oposiciones para trabajar en la escuela pública (para acceder a colegios privados sería necesario el diploma de la fase anterior: dos años de prácticas). En Finlandia no hay oposiciones. Terminada la carrera hay una fase práctica y después los centros eligen a los profesores.

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