El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, entró ayer en el conflicto de la justicia gallega. Y lo hizo durante la tercera jornada de huelga que tuvo un seguimiento del 95%, según los sindicatos, y del 42%, según el Ejecutivo gallego. Feijóo tendió la mano a los trabajadores para llegar a un acuerdo antes de la huelga indefinida prevista a partir del 7 de febrero, pero también avisó de que la administración no puede subirles el sueldo un 12% o 16%, como reclaman.

El tercer día de movilización tras los dos de diciembre afectó a unos mil actos en toda Galicia, entre juicios, comparecencias, declaraciones y actos procesales. En la Audiencia Provincial de Pontevedra, por ejemplo, se tuvo que suspender el juicio contra los guardias civiles acusados de colaborar con narcotraficantes porque no había ningún funcionario para poner en marcha el ordenador para realizar las videconferencias.

Feijóo, al ser preguntado en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta sobre el conflicto, manifestó su "respeto" por el derecho a huelga, destacó que hay puntos de acuerdo y llamó a los sindicatos a volver a la mesa de diálogo, tras acusar estos al Ejecutivo de echarse atrás en los avances pactados sobre sus reclamaciones. "La Xunta sigue en la mesa de negociación", recalcó Feijóo.

Sin embargo, el presidente de la Xunta aseguró que no está dispuesto a transigir con las peticiones económicas de los trabajadores. "Piden un incremento de entre el 12% yo el 16%, no podemos subir los salarios ese porcentaje", advirtió, alegando el "impacto" que supondría en las arcas públicas.

Los trabajadores escenificaron su descontento con la Xunta en una manifestación en Santiago a la que acudieron unas 2.000 personas, según los siete sindicatos convocantes que representan a la totalidad de los más de 2.600 trabajadores de la justicia en Galicia, y 1.000, según la Policía Nacional.

Acompañada por representantes de toda la oposición (dieron su apoyo los líderes de En Marea y PSdeG, así como el portavoz parlamentario socialista y diputados del PSOE y del BNG), la movilización transcurrió entre gritos centrados en el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, como "conselleiro, mentireiro", "Rueda, escoita, a xustiza está en loita" y "Rueda dimite, a xustiza non te admite".

Nilo Fernández, portavoz de SPJ-USO, mayoritario en la administración de justicia, avisó de que se ven "abocados" a la huelga indefinida desde el día 7, y advirtió además de que esta situación tendrá "consecuencias imprevisibles" para la sociedad gallega. Los trabajadores demandan unas condiciones laborales y salariales de calidad, frente a la discriminación que dicen sufrir con respecto a los empleados de otras comunidades.