Si comemos una bolsa de chucherías, ¿cuántas calorías nos quedan para consumir ese día? Este es uno de los cálculos que realizan, por ejemplo, en la clase de Promoción de estilos de vida saludable en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Valadares de Vigo. Es una optativa que imparten en 2º de ESO, con alumnos de 13 y 14 años.

Con el cálculo de las 'chuches', que no aparecen precisamente en la pirámide alimentaria, los adolescentes se sorprenden del poco espacio que les queda para el resto de los alimentos. Son las llamadas calorías vacías, que contienen los alimentos con una gran cantidad de energía pero que aportan muy poco nutrientes: desde refrescos, a dulces, harinas, alcohol o azúcares refinados, todos ellos de gran aporte calórico.

Consiste en eso, en que tomen conciencia de lo que es comer bien y comer mal, cuenta la profesora, Belia Méndez. En poco tiempo de implantación de esta optativa son más de 50 alumnos. "Tenemos dos grupos y hay lista de espera; les llama la atención y yo creo que les resulta amena", expresa la docente, que añade que Andalucía acaba de aprobar una ley de alimentación saludable. En el ámbito nacional también se avanzó la necesidad de crear una asignatura común que trate temas de "hábitos saludables, sustancias tóxicas o reanimación cardiopulmonar". "Es un tema que tiene mucho tirón y va a tener más en los próximos años años", cuenta Méndez. Precisamente esta semana el Sindicato de Enfermería (Satse) aconsejó implantar un programa con enfermeras en los centros educativos para ayudar a acabar con la obesidad infantil. "El porcentaje de niños y jóvenes españoles con sobrepeso supera la media de los países de nuestro entorno", apunta el gremio.

En la optativa del IES Valadares aprenden a diseñar una dieta equilibrada, a analizar etiquetas nutricionales y a entender los distintos metabolismos de las personas. "Tratamos también hábitos tóxicos como anorexia, drogas, alcohol o tabaco; hablar es fundamental", expresa Méndez.

Practican para llevar una dieta equilibrada, sin riesgos de engordar, para ahuyentar los fantasmas da la bulimia o la anorexia. Es normal que a estas edades algunos se olviden de desayunar, sin pararse a analizar lo que implica. También que tomen poca verdura o fruta.

Otra de las claves de la materia es el ejercicio físico. "Normalmente este alumnado no tiene problemas en este aspecto, practican bastante fútbol o baloncesto", añade Belia Méndez. Tocan, además, el tema de fumar (en 'Aulas sen fume') y de las drogas, con trabajos. Conocen los riesgos de beber y, sobre drogas, les suenan algunos tipos. "Tratamos estos asuntos para prevenir y es bueno hablarlo con el alumnado", concluye Belia.