La venta de pisos vacacionales en Galicia está prácticamente copada por compradores de otras comunidades, mientras los gallegos, sobre todo del interior, que antes compraban mucha vivienda en el litoral, siguen retraídos. Es el diagnóstico del presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias, Benito Iglesias.

-¿Cuando empezaron a notar el repunte en la venta de vivienda vacacional?

-Se empezó a notar en verano de 2016 y continuó el pasado año. Aún así esperábamos un repunte mayor pero se notó el impacto del nuevo de decreto de viviendas turísticas de la Xunta. Entró en vigor en 2017 y a partir de ahí mucha vivienda que estaba en venta salió del circuito y se puso en alquiler.

-¿Quienes compran más vivienda residencial?

-Gente de otras comunidades. Sobre todo madrileños y de Castilla y León. Antes había mucho comprador del interior de Galicia, pero ahora ese flujo se ha reducido. También teníamos mucho emigrante que invertía en Galicia, pero eso ahora hay menos. Y había un tercer sector de clientes, procedentes del Norte de Portugal, pero no se ha recuperado porque ahora el norte luso ha mejorado mucho y nuestros vecinos prefieren comprar allí. Por eso el repunte está en compradores de otras comunidades.

-¿Qué tipo de vivienda buscan?

-Ya no se mira tanto si tiene buenas vistas como el precio. Antes se compraba todo lo que se movía. Ahora se mira mucho, se selecciona y el precio influye.

-¿Y cuánto suelen pagar?

-En la Mariña lucense buscan propiedades de entre 50.000 y 120.000 euros y en las Rías Baixas entre 120.000 y 200.000.