Una de las opciones que tiene cada vez más aceptación son las calderas de biomasa. Cuando se aborda el tema de la leña como generador de energía por combustión, siempre aparecen aspectos negativos como la contaminación o la deforestación.

Ante esta situación, los comerciantes de productos madereros acuden a los productos derivados de la madera, o procedentes de la limpieza de los bosques, que se conocen como biomasa, una energía renovable no contaminante.

En los últimos años se ha desarrollado un incipiente sector industrial que, mediante la trituración y compactación de los restos de madera, prepara lo que se denominan pellets o pequeños aglomerados que facilitan la comercialización y utilización de este combustible en casa.

El sector asegura que es un 40% más barato que el gasóleo y estima que en las comunidades de más frío se ahorran entre 500 y 1.000 euros anuales en comparación con el gasto en combustible que se necesita para las calderas de gasóleo.

Menos gases

El pellet de madera ha demostrado que libera menos gases contaminantes que la leña. Al contrario que la leña de las chimeneas tradicionales, la cantidad de ceniza que generan los pellets es notablemente inferior.