Si tiene que bajar un archivo un poco pesado le lleva un montón de tiempo y subirlo todavía más. Mario Vila es un joven de Dozón, en la zona del Deza, que trabaja en Lalín pero vive en la parroquia de O Sisto, un pequeño núcleo de menos de 300 habitantes, según sus cálculos. El concello también es pequeño, con menos de 1.200 empadronados.

La conexión a internet siempre ha sido una especie de pesadilla.O Sisto está en una zona de montaña, entre Pena de Francia, el alto de Santo Domingo, el de San Martiño o Da Rocha, expresa este joven de 35 años que se dedica al sector hotelero. "Ahora tengo internet, pero son solo tres megas. Suele ser la velocidad de bajada, si te fijas en la de subida puede descender a un mega", describe Vila. Es suficiente para consultar páginas pero en el momento de bajar o subir archivos, los tres megas se quedan cortos (una conexión media en una zona sin problemas de acceso, con ADSL, por ejemplo, está en los 20 o 30 megas). Las condiciones de la conexión no le alcanzan para seguir una retransmisión en streaming y no tiene acceso a los extras de televisión, la opción de canales alternativos que cualquier operador de telefonía oferta en ámbitos con cobertura 'normal'. Con todo, su factura mensual se acerca a los 50 euros, comenta. Son muchas las entidades de población en Galicia con menos de 150 habitantes sin conexión o con algún intento insuficiente para los usuarios. Más de 26.000, calcula la Xunta. Y entre 150 y 300 habitantes contabiliza unos 80 núcleos pendientes de estrenarse en el mundo virtual. La Administración autonómica lanza ahora una línea de ayudas a operadores de telecomunicaciones dispuestos a dar servicio en estas zonas complicadas. A través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), la Xunta subvencionará el 90% del coste de cada proyecto. Han de ser redes rápidas; "al menos de 100 megas".

Para Vila lo más importante es que el servicio sea "decente" y que "las tarifas sean asumibles, no más caras que en otras zonas" por el hecho de considerarse rural. Tiene la sensación de que tras subvenciones concedidas previamente el servicio no está al nivel.

Él se arregla desde hace tiempo con sus tres megas, pero todavía recuerda cuando operaba con 54 k: "para consultar internet marcaba el número pero me quedaba sin línea telefónica". El panorama mejoró con el programa 'Repoblar' de la Diputación de Pontevedra, que fomentó la conexión y el acceso a la red en el rural. "Fue en 2010 y con Iberbanda (WiMax) se notó el cambio", puntualiza.