José Enrique Abuín Gey "El Chicle" pasó su primera noche en la cárcel de Teixeiro (A Coruña) a donde fue enviado ayer por la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Ribeira, acusado de un delito de detención ilegal y de, al menos, homicidio doloso, en la persona de la joven madrileña Diana Quer. La joven desapareció el 22 de agosto en A Pobra y su cadáver fue localizado el día de fin de año en una nave industrial del municipio de Rianxo.

A esos delitos, se suma lo ocurrido el pasado 25 de diciembre en Boiro con el asalto a otra joven, del que también es sospechoso "El Chicle", siendo investigado en este caso por detención ilegal en grado de tentativa, robo con violencia e intimidación. En ambos casos, la juez deja abierta una puerta en el auto a los delitos de asesinato en el primero de los casos y de atentar contra la integridad sexual o contra la vida de la víctima en el segundo.

Abuín permanece incomunicado a petición del Ministerio Fiscal, con un único objetivo, el de evitar el "elevado riesgo de destrucción de fuentes de prueba por parte del investigado, y en particular, de que este pretenda influenciar en la declaración de los testigos de los hechos, lo que podría frustrar el buen fin de la investigación".

El envío a la prisión de Teixeiro culminó una jornada maratoniana para el vecino de Taragoña, que arrancó poco antes de las 9.00 horas, con su llegada a los juzgados de Ribeira, donde fue recibido con gritos de "asesino" y "ojalá te pudras en la cárcel" por parte de un nutrido grupo de jóvenes que prolongaban la noche de fin de año en las inmediaciones del edificio.

Mientras la juez de guardia analizaba el atestado policial sobre el caso, antes de tomarle declaración, el hombre, de 41 años de edad, permaneció custodiado por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) artífices de su detención y de la resolución de un caso tan complejo como el de la desaparición de Diana Quer hace casi 500 días.

"El Chicle" se acogió a su derecho a no declarar, decretándose su ingreso en prisión, incomunicada y sin fianza, al entender que existe riesgo de fuga y de reiteración delictiva, antes de que el juzgado de guardia se inhiba en favor del que lleva el caso Diana Quer desde el inicio, el de Instrucción 1 de Ribeira. En principio, se espera que el titular de este último juzgado reabra el caso esta misma semana para ratificar el auto de prisión, lo que llevará a Abuín a regresar a las dependencias judiciales, en las próximas semanas, para volver a declarar.

El penalista coruñés José Ramón Sierra, abogado defensor de Abuín, aseguró que su cliente no se ha reconocido autor de "ningún delito doloso", contradiciendo informaciones que afirmaban que, en la declaración ante la Guardia Civil, llegó a hablar de atropello, en un período inicial, y de estrangulamiento y abuso sexual antes de llevar a los agentes a la fábrica de Asados, en Rianxo, donde se encontraba el cuerpo, presumiblemente, de la joven madrileña en el fondo de un pozo de agua. Sierra fue mucho más allá, al asegurar que en la causa "no existe un solo indicio que haga referencia a un delito de carácter sexual con la víctima" y sostiene que ni siquiera le preguntaron sobre el tema. Tampoco reconoce la segunda acusación del intento de secuestro en Boiro a una mujer de unos 30 años de edad, socorrida por una pareja que pasaba en ese momento por la zona.

El rianxeiro se negó a declarar por consejo de su asesor jurídico, al considerar éste que "ya hizo una extensa y prolija declaración ante la Guardia Civil , a la que no hay nada que añadir y dándole perfecta validez a lo que dijo previamente".

Esa declaración la realizó en el cuartel de Lonzas de A Coruña en la tarde del 30 de diciembre, donde Abuín, ante la presión policial, la pérdida de su coartada por parte de s mujer y las evidencias en su contra, se acabó desmoronando en varias ocasiones, asegurando que atropelló a Diana Quer, que habría fallecido en el acto y que luego, supuestamente, se había deshecho del cadáver tirándolo a la ría, para después admitir que lo tiró en el pozo de la fábrica de Rianxo hasta donde llevó a los agentes.

En cuanto a lo ocurrido con la mujer de Boiro, "El Chicle" se aferró al hecho de que no existirían pruebas fehacientes de un intento de secuestro, y mucho menos, de un atentado contra la integridad sexual. La veracidad de esa declaración, en lo que respecta al caso Diana Quer, la resolverá la autopsia que se le va a practicar a la joven, cuyo cadáver se encuentra en el Hospital de Verín, a la espera de analizar todas las muestras por parte de los forenses.

Esos resultados pueden ser determinantes, ya que si demuestran que fue un asesinato, se expone a una condena de entre 15 y 25 años de cárcel. Pero, si además, las pruebas constatan una agresión sexual, se enfrentaría a una posible sentencia de prisión permanente revisable.

Por el momento, el informe preliminar de la autopsia que se le practicó en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) de Conxo, apunta a que el cadáver localizado en el pozo es el de una mujer, probablemente de entre 18 y 20 años de edad, de cabello largo y oscuro. La causa de la muerte todavía no ha podido ser definida. Es cierto que no se han hallado signos aparentes de violencia en el cuerpo, aunque los forenses señalan que existen "claros indicios de criminalidad" ya que no se trató de una muerte natural.

El penalista coruñés aseguró también a las puertas del juzgado de Ribeira que el detenido se mostró colaborador, "consta incluso en el propio atestado de la Guardia Civil, en el que se hace referencia a su actitud positiva, facilitando, de alguna manera, el hallazgo del cadáver para, según afirmó él, mitigar en la medida de lo posible el sufrimiento de la familia" de Diana Quer tras casi 500 días sin noticias sobre ella.

Sierra también reconoció ayer que su cliente se encuentra bien en el apartado físico, pero no tanto en el psicológico ya que "está afectado por la situación que está viviendo", por lo que solicitará una pericial psiquiátrico-psicológica sobre su estado y de "su posible imputabilidad ante la existencia de cualquier anomalía que pueda rebajar la responsabilidad de los hechos". Su abogado estudiará en profundidad el auto para preparar una estrategia de defensa, aunque reconoce que "es difícilmente recurrible". El vecino de Taragoña estuvo prácticamente desde el inicio en el punto de mira de la UCO que investigaban el caso, pero no fue hasta el pasado 25 de diciembre que se precipitaron las circunstancias que llevarían a su detención.

El asalto a otra mujer de Boiro, que le identificó, precipitó su detención y la de su mujer. Durante los interrogatorios, los agentes consiguieron localizar un móvil, que utilizaba habitualmente "El Chicle" que le situaba en los mismos puntos que el de Diana Quer aquella noche. Ese teléfono no era el que, en un primer momento, tenían las fuerzas de seguridad, una circunstancia que acabó aplazando su detención, pues hacía meses que era el principal sospechoso de la desaparición de la joven madrileña de tan solo 18 años de edad en las fiestas de A Pobra.

A las 5.00 horas del día 31, los agentes le acompañaron a la nave industrial de Asados para que señalase el pozo como el lugar en el que se hallaban los restos de Diana Quer. El cadáver fue localizado por submarinistas de los GEAS. Estaba desnudo, sin maniatar y sin pesas, aunque estas se acabaron encontrando, posteriormente, en el interior del pozo, que fue vaciado por los Bombeiros de Boiro durante varias horas.