La eurodiputada gallega Lidia Senra, que accedió a su escaño en las listas de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), coalición electoral predecesora de En Marea, ha instado al Ejecutivo comunitario, a través de una pregunta parlamentaria, a que no obligue a la población a vacunarse porque es "una práctica de riesgo" y "nadie ha podido demostrar la seguridad de las vacunas". La parlamentaria, integrada en el grupo confederal de la Izquierda Unitaria Europea alerta de los "efectos colaterales, contraindicaciones y muchos efectos secundarios y adversos" de la vacunación que, según sus propias palabras, "pueden llegar en algunos casos a provocar la muerte".

Sus palabras han desatado un gran revuelo en las redes sociales. Ha sido tachada de "indocumentada" e "ignorante" e incluso se ha pedido su dimisión como eurodiputada. En los últimos años ha cobrado fuerza el movimiento antivacunas y médicos y científicos se han apresurado a advertir de los peligros de dejar de vacunarse o de no poner las inyecciones correspondientes a los niños. De hecho, Europa está viviendo una reaparición de los brotes de sarampión, hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre el drástico aumento de los casos en el continente.

Ya el pasado mes de junio el locutor Javier Cárdenas incendió las redes sociales al vincular las vacunas con el autismo. En esta ocasión, es un cargo público de En Marea en Bruselas la que cuestiona la vacunación y lo hace además con carácter general.

En una pregunta a la Comisión Europea, con fecha de 24 de agosto, asegura que las vacunas tienen "aluminio, escualeno, antibióticos y polisorbato". El escualeno es una sustancia natural que se extrae del aceite de pescado y, en concreto, del hígado del tiburón y se añade a las inyecciones para mejorar su respuesta inmunitaria. Según la Organización Mundial de la Salud, "no supone un riesgo significativo. El temor a esta sustancia proviene de un informe que vinculaba la administración de esta vacuna a soldados en la Guerra del Golfo con la aparición de discapacidades, pero según la OMS, se ha probado que las dosis administradas no contenían escualeno.

El aluminio, efectivamente, también está presente en algunas vacunas pero la OMS señala que "no existe prueba alguna de que las vacunas que contienen aluminio supongan un riesgo para la salud". Y los polisorbatos son unos emulsionantes utilizados por la industria farmacéutica, no solo en vacunas, sino también en cosmética.

"¿No considera la Comisión que sería necesario garantizar que las familias y el personal sanitario reciban información sobre todos los efectos secundarios que puede producir cada componente de las vacunas, que las vacunas estén sujetas al cuestionario prevacunal elaborado por los colegios de médicos y que se instaure el consentimiento informado", pregunta Lidia Senra. Y añade: "¿No considera la Comisión Europea que ningún estado miembro debería obligar a la población a someterse a una práctica de riesgo y que la vacunación no debería ser obligatoria, dado que nadie ha podido demostrar su seguridad?".

La Comisión Europea le respondió que las "vacunas únicamente se autorizan después de que su calidad, seguridad y eficacia hayan sido evaluadas y se haya concluido que hay un balance positivo entre los riesgos y los beneficios relacionados con su uso". Además el Ejecutivo comunitario defiende la vacunación como la medida preventiva "más eficaz" para proteger a la población de enfermedades contagiosas.

En todo caso, la discusión ha saltado a las redes sociales, donde se ha criticado con dureza la pregunta de la parlamentaria. La pediatra Lucía Galán abrió el melón al preguntarle: "Estimada eurodiputada, ¿me podría confirmar que usted ha formulado estas preguntas antes de contestarle con la aplastante evidencia científica de la que disponemos?".

Las palabras de Lidia Senra sembraron la indignación, sobre todo por el hecho de que quien cuestiona las vacunas haya sido un responsable político que cobra un salario público. Varios de los twitteros pidieron su dimisión y la tacharon de "irresponsable". "Habla de vacunas como quien habla de heroína. Qué vergüenza!", señalan. "Qué gente de este tipo esté en las instituciones públicas, es un peligro", añade otro internauta.