Mientras Xunta y ayuntamientos apuran la puesta en marcha de medidas contra la sequía que garanticen el abastecimiento público, hay hogares gallegos que ya se están quedando sin agua porque sus pozos se han secado y a sus casas no llega la traída municipal. En Galicia hay más de 22.500 familias en esta situación. No tienen acceso a las redes de abastecimiento, de manera que para disponer de agua dependen exclusivamente de sus pozos. El problema es que muchos de ellos están secando y su única alternativa pasa por buscar agua en el subsuelo cavando a mayor profundidad. Las empresas de sondeos no dan abasto.

En Cangas el 40 por ciento de los pozos ya han secado. La situación es grave también en Ponteareas. En el concello de Cuntis son varios los vecinos afectados, según su alcalde, y lo mismo ocurre en la parroquia de Ardán, en Marín, donde tampoco llega la traída municipal. En el municipio coruñés de Fene hay dos parroquias sin acceso a las redes de abastecimiento que llevan sin agua desde el verano tras secarse sus pozos. Son solo algunos ejemplos de la situación extrema en la que se encuentran algunos hogares a los que no llegan las canalizaciones municipales de agua.

Catorce meses seguidos de intensa sequía han llevado a la comunidad gallega al límite. Toda Galicia está en alerta y la Consellería de Medio Ambiente ve probable que se tenga que declarar en las próximas semanas la situación de emergencia, el nivel máximo de alarma, que obligaría incluso a restringir el consumo de agua a la población.

Se están buscando captaciones de agua alternativas para garantizar el abastecimiento municipal. Sin embargo, esto no ayudará a miles de hogares que no tienen traída municipal y cuyos pozos se han secado.

La gran dispersión poblacional de Galicia y su complicada orografía han impedido llevar las redes de abastecimiento de agua a todas las poblaciones de Galicia. Según los últimos datos de la Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales del Ministerio de Presidencia, la comunidad gallega es, con diferencia, la autonomía con más hogares que carecen de este servicio básico. Y eso a pesar de que este estudio solo contabiliza las viviendas que están dentro de los núcleos de población, es decir, no incluye las casas que están aisladas.

Con la excepción de País Vasco y Navarra que no remiten datos,en España hay 35.898 viviendas sin abastecimiento de agua y el 62 por ciento están en Galicia.

La situación no solo perjudica a las familias, sino también a numerosas explotaciones agrarias que se abastecían de pozos para dar de beber a los animales y ahora, con las reservas de agua vacías o bajo mínimos, se ven obligados a transportar agua de otros lugares para mantener la actividad.