Galicia arrastra desde hace más de un año una situación de déficit hídrico y, por eso, desde el lunes toda la comunidad esta en alerta por sequía. La Xunta decidió extender este nivel a toda la demarcación hidrográfica Galicia-Costa, que abarca toda la provincia de A Coruña y la costa de Pontevedra y Lugo, y en octubre la Confederación Hidrográfica Miño-Sil ya la había decretado para el resto. Los meteorólogos confiaban que si en otoño y invierno el nivel de precipitaciones se situaba dentro de los valores normales se podría recuperar el déficit. Pero en septiembre ya llovió un 62% menos de lo normal y octubre se cerró como el más seco del siglo con un 75% de precipitaciones por debajo de lo normal.

El balance de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) publicado ayer revela que noviembre también sigue esta tendencia al registrar un déficit de precipitaciones del 55%. Solo la Mariña lucense quedó al margen de esta situación y obtuvo valores normales para esta época del año. No es el noviembre más seco de la serie histórica, ya que por ejemplo hace dos años en el mismo periodo la escasez de agua fue superior a la del mes pasado.

Situación prolongada

El delegado de la Aemet en Galicia, Francisco Infante, advierte de que lo más destacado es que la comunidad ya arrastra tres noviembres consecutivos en los que llovió menos de lo normal, lo que -aclara- resulta llamativo al tratarse del segundo mes más lluvioso del año. "Un mes más se prolonga el periodo seco en el que estamos inmersos desde verano del año pasado porque en otoño no se ha recuperado nada", explica Infante, quien apunta que aunque venga un invierno lluvioso se "aliviará" la situación de sequía pero no será suficiente para recuperar todo el déficit acumulado.

Pese a que el mes pasado no hizo falta echar mano del paraguas muchos días, la ropa de abrigo sí que recuperó su protagonismo y fue "un poco más frío de lo normal" y con importantes contrastes entre las temperaturas diurnas y nocturnas que provocaron heladas frecuentes.