El segundo boletín de vigilancia de la gripe en Galicia de la actual temporada no suma más fallecidos al contador que arrancaba la pasada semana con una muerta, una mujer de 58 años con “factores de riesgo” pero no inmunizada, pero sí permite constatar un incremento del número de ingresos. Estos alcanzan ya, desde que se inició la supervisión en octubre, un total de 25.

En la mayoría de los casos, el responsable de la gripe de los hospitalizados es el virus de la gripe B (56 por ciento) y una vez más el Sergas vuelve a incidir en que de los 14 pacientes ingresados que tenían indicada la vacuna antigripal, el 80 por ciento no la había recibido y en uno de los casos se requirió asistencia en la unidad de cuidados intensivos.

En la actualidad, informa la Consellería de Sanidade, permanecen ingresados 13 pacientes y dos de ellos están en la unidad de cuidados intensivos.

No obstante, la gripe sigue sin extenderse. Según el boletín, su intensidad es basal (es decir, todavía no superan las 166 llamadas a la semana al 061 para informar de esta dolencia o de infecciones respiratorias agudas), su tendencia es estable (lo que implica que no se han producido cambios significativos con respecto a la semana anterio) y su difusión es esporádica, lo que indica que el número de contagios es reducido, que hay poca actividad y que la situación más bien es de casos aislados o un foco pero en concentrado en un centro.

Vacunación

El Sergas insiste en la vacunación contra la gripe entre los colectivos de riesgo y más vulnerables. En lo que va de campaña, cuatro de las nueve semanas previstas, se han protegido 291.000 mayores de 65 o más años, lo que supone el 44 por ciento del total. El porcentaje todavía debe mejorar diez puntos para alcanzar los niveles del año pasado. Entonces la cifra fue mejor que en años anteriores pero todavía no basta para llegar al mínimo establecido en este colectivo, donde la pretensión del Sergas es conseguir el 65 por ciento de inmunizaciones.

Para lograrlo ha establecido un programa que empezó como piloto para llamar a casa a los que no aparezcan por el centro de salud a partir de mediados de campaña. El año pasado, con esta medida, consiguieron convencer al 11 por ciento de los contactados. No obstante, en el lado opuesto, figura que unos 33.000 gallegos que tienen aconsejada la inyección la rechazaron expresamente después de que algún profesional sanitario se la aconsejara.