Las ayudas a domicilio prestadas por profesionales recibidas a lo largo de este año por dependientes gallegos son siete veces más que las aprobadas para cuidador familiar, un apoyo más tradicional en una comunidad como Galicia. Desde el pasado mes de diciembre la Consellería de Política Social concedió cerca de 1.700 ayudas a domicilio frente a 246 para remunerar el apoyo de un pariente directo.
De las 4.895 prestaciones concedidas en 2017, que beneficiaron a algo más de 3.000 dependientes que se incorporaron al sistema, solo un 5% se destina a cuidadores familiares. La gran mayoría de las ayudas se centran en servicios prestados por profesionales, uno de los objetivos de la Xunta en los últimos años de aplicación de la Ley de Dependencia. Con el estreno de la ley la situación en Galicia era el revés, con muchos más cuidadores familiares que ayudas de asistentes. Pero la tendencia se ha revertido.
En la actualidad son más de 52.000 las personas beneficiarias de prestaciones a la dependencia y el grupo más numeroso de ayudas de la Administración autonómica es la de domicilio, con más de 18.000 prestaciones concedidas frente a las algo más de 13.000 a cuidadores familiares (ver gráfico). En términos porcentuales supone que la ayuda externa en casa supera el 30% del conjunto de prestaciones y en el apartado de cuidador familiar el porcentaje es del 22%. En 2013, por ejemplo, sin ir más atrás, las prestaciones a cuidador familiar suponían un 30% y las de ayuda a domicilio un 23%.
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Significa que en la actualidad solo dos de cada diez prestaciones del sistema de dependencia son para parientes dispuestos a cuidar a personas que necesitan apoyo 24 horas, en función del grado.
En comunidades como Baleares, por ejemplo, las ayudas a cuidadores familiares representan el 67% del total y la asistencia profesional en casa todavía es baja, del 3,1%.
Las prestaciones a cuidadores en Galicia no han dejado de bajar. Influye también que los receptores ya no disponen de ayuda estatal para financiar sus cuotas a la Seguridad Social. En 2012, cuando la legislación cubría el pago de cuotas, se superaban los 7.000 cuidadores cotizando, prácticamente la mitad del número de prestaciones concedidas. En la actualidad solo el 7% cotiza (algo más de 900).
