"El papel del menor está desaparecido en el texto", dice Estrela Gómez, coordinadora de la Asociación Galega contra o Maltrato a Menores (AGAMME), que considera que la iniciativa legislativa lleva la custodia "a un terreno peligroso". Están en contra por varios motivos, especialmente, por la violencia dentro de la familia, terreno en el que trabajan. Como la Plataforma Feminista, recuerda Gómez que la violencia "no siempre se denuncia" y que es "impensable" que solo se tengan en cuenta las sentencias firmas, como indica el texto de los promotores, porque "todos sabemos de la lentitud de la justicia para llegar a una condena firme". "Este es el punto que más nos preocupa", dice.

"El texto dice que se hace en base al interés del niño, pero éste está ausente, hay que avanzar más en el procedimiento civil, que el niño tenga más garantías en el proceso, cómo participan, es ahí donde hay que avanzar", considera.

La asociación ya ha presentado sus alegaciones al texto, sobre todo a las cuestiones que considera más "impensables", como la existencia de un acuerdo previo al divorcio. Éste podría valer para los bienes materiales, dice, pero no para por ejemplo una mediación. "No está permitida en situaciones de violencia porque va en contra de los intereses de las víctimas. Las sitúa en un contexto de igualdad, pero si hay violencia, ya no es posible", ejemplifica.

Desde AGAMME consideran que cada caso tiene un contexto concreto que debe ser analizado y no se puede aplicar la misma solución para todos los casos. Además, afirma que falta por definir qué tipo de custodia compartida "porque hay modelos que se olvidan del niño" y le provocan "falta de estabilidad".