Hay quien critica que Irlanda es una economía "dopada" por su benevolencia fiscal lo que ha provocado la entrada de inversión extranjera, pero esta no es la única causa de que empresas como Apple, Google o Facebook se hayan instalado en el país. Esta política de impuestos bajos también la pueden encontrar en otros países, pero en Irlanda coincide otra peculiaridad.

A estas grandes multinacionales no les importa pagar sueldos elevados, pero lo que sí buscan es esa flexibilidad laboral (poder despedir cuando quieran y con un coste muy bajo) que ofrece la legislación del país.

Casi un centenar de empresas tecnológicas de Estados Unidos se han instalado en Irlanda en las últimas décadas. Cuando Apple llegó en 1980 lo hizo con 60 trabajadores. Ahora supera los 5.000. Google se asentó en el país en 2004 con menos de medio centenar de empleados. Ahora también sobrepasa los 5.000. Facebook, que aterrizó en 2008 con una treintena de programadores, ya tiene en su plantilla irlandesa más de un millar. Y así hasta casi un centenar de compañías tecnológicas de Estados Unidos.

El Gobierno asegura que se crean 146 startups al día y que dos de cada tres nuevos empleos son para empresas tecnologías. A Irlanda se le conoce como el Silicon Valley europeo.