La Audiencia Nacional ha flexibilizado la condena impuesta a cuatro etarras arrepentidos que se encuentran en la fase final de sus condenas. Entre los beneficiarios de la medida está Rafael Caride Simón, el etarra de origen vigués y uno de los autores del atentado de Hipercor en Barcelona, al que le autorizarán salidas de la cárcel para realizar actividades en el exterior. Este terrorista, de 72 años, será voluntario en un proyecto de integración para personas vulnerables en Guipúzcoa. La Junta de Tratamiento debe decidir ahora si debe llevar una pulsera para su control telemático o presencial.

También se le permitirán salidas al exterior a otros dos presos terroristas: Aitor Bores y Luis María Carrasco. Y además se concede la libertad condicional a Jorge Uruñuela.

Rafael Caride Simón ingresó en prisión en el año 2000 condenado a 790 años de prisión -aunque en realidad su límite de estancia en la cárcel no puede superar, por ley, los 30 años- por el atentado de Hipercor que en 1987 acabó con la vida de 21 personas.

Caride Simón nació en Vigo en 1945 donde se vinculó al movimiento de defensa obrera y a la lucha antifranquista. La Policía lo tenía en la mira por su idelogía y en los setenta decidió emigrar al País Vasco donde se afilió al sindicato LAB, cercano a la izquierda abertzale. Finalmente terminaría por entrar en ETA. En 1993 fue detenido en un bar de Toulouse y encarcelado; en 2000 fue extraditado a España, donde cumple condena desde entonces.

Mostró su arrepentimiento a las víctimas, llegando a reunirse en la cárcel con dos de ellas. "Caride me dijo que, para su desgracia, se equivocó y entró en ETA", relató en una entrevista a FARO DE VIGO, Roberto Manrique, uno de los supervivientes del atentado de Hipercor, que aceptó sentarse frente a frente con el autor de la masacre.

Ahora el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional José Luis Castro, ha decidido aplicar a cuatro condenados por terrorismo la Vía Nanclares, un proyecto de reinserción de aquellos presos etarras que hayan decidido dar una serie de pasos inequívocos de arrepentimiento.

En el caso de Rafael Caride Simón y Aitor Bores, el magistrado considera que es "de justicia" flexibilizar su condena. Castro argumenta el avanzado estado de cumplimiento de sus condenas, su buena conducta penitenciaria y que cuentan con el apoyo familiar y con hábitos laborales consolidados. Así, el juez recuerda que los dos internos han manifestado por escrito su renuncia, rechazo y arrepentimiento por los hechos por los que han sido condenados, evidenciando la desvinculación con la banda terrorista. En el caso de Caride, destaca también su participación en programas de reparación a las víctimas del terrorismo.

La misma situación adopta el magistrado para Luis María Carrasco, que podrá salir los fines de semana.

Y, por último, Jorge Uruñuela saldrá en libertad condicional. El juez explica que ya está saliendo diariamente a trabajar y disfruta de salidas de fin de semana alternas. Asimismo subrayó que su actividad delictiva "no causó daños personales, solo materiales y que está haciendo frente a los mismos".