Intencionados y planificados. La Fiscalía Superior de Galicia sospecha que la ola de incendios que devoró casi 50.000 hectáreas en tan solo un fin de semana puede haber una planificación que vaya "más allá de dos o tres personas". Después de que la Xunta apuntase a trama de "terroristas incendiarios", el Ministerio fiscal decidió abrir de oficio una investigación para esclarecer si esos fuegos "obedecen a una iniciativa criminal compleja de grupos con intencionalidad que persigan objetivos supraindividuales". El fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes, avanzó ayer que como ocurrió en la ola de incendios de 2006 en la desencadenada el mes pasado hay "características peculiares", en referencia a "circunstancias o parámetros que inducen a pensar que tiene cierto carácter intencional y tal vez planificación, coordinación".

En una entrevista a la Cadena Ser, Suanzes aclaró que la Fiscalía se encargará en una primera fase de determinar si la mayoría de los supuestos son dolosos, intencionales o por imprudencia. Y ya en una segunda fase, tratará de esclarecer si derivan de una "planificación coordinada y concertada", según apuntó, "que vaya más allá de dos o tres personas". Reconoció que es "difícil" identificar a las personas que están detrás de estos "actos criminales de forma dolosa, intencional". Más sencillo resulta la detención de los que causan un fuego por una imprudencia.

Hace apenas una semana, el fiscal delegado de Medio Ambiente en Galicia, Álvaro García Ortiz, avanzó que las primeras investigaciones descartaban la existencia de trama organizada alguna. Tras recordar que la Fiscalía en ningún momento utilizó el término "trama", Suanzes advirtió de que ya han transcurrido 11 años de la investigación de la ola de incendios de 2006, que calcinó más de 95.000 hectáreas. Entonces, se llegó a la conclusión de que "ni había tramas organizadas ni organizaciones". "Que entonces no se llegase siquiera a un indicio de que hubiese grupos criminales detrás no quiere decir que no existan ahora", advirtió Suanzes.

Además, no ve necesario modificar el código penal, como pedía el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para equiparar incendiarios con terroristas porque el primer delito "está suficientemente castigado", con penas de 10 a 20 años.

Por otra parte, el concello de Ponte Caldelas estimó ayer que solo dos de los 90 vecinos afectados por las llamas podrán beneficiarse de las ayudas de la Xunta y censuró las dificultades para acceder a estas por una excesiva burocracia.

Finalmente, la Sociedade Galega de Historia Natural alertó de que la mortalidad asociada a los incendios "se ha triplicado" y apunta como causa la cercanía de eucaliptos y acacias a las casas. Entre 1988 y 2000 murieron cuatro personas a causa del fuego y desde entonces, catorce. A ellos se unen 14 miembros del servicio aéreo de extinción.