El patrón de poblamiento de Galicia no simplifica el problema de los incendios. Más bien ocurriría al contrario, según un artículo publicado por María Luisa Chas, Julia Touza y Eduardo García, investigadores de las Universidades de Santiago y de Vigo, en un trabajo financiado en parte por la Xunta. Porque el hecho de que los núcleos de población sean dispersos y numerosos multiplica las zonas de contacto entre los terrenos forestales y las viviendas, lo que los expertos denominan interfaz urbano-forestal.

Y son precisamente esas zonas las más vulnerables a los fuegos. Lo aseguran estos investigadores, que incluso han calculado cuánto más. En esencia, lo que dicen es que el riesgo de que se produzca un incendio en Galicia es el doble (los fuegos serían dos veces más frecuentes) en aquellas zonas en las que las infraestructuras humanas, sobre todo edificaciones, se hallan próximas a áreas forestales que en el resto del territorio. Concluyen que la densidad de incendios para toda Galicia es de 0,40 puntos de ignición por kilómetro cuadrado, mientras que en estas áreas de contacto es "mucho mayor", de 0,76 puntos de ignición por kilómetro cuadrado.

Lo que ocurre es que ese escenario -casas pegadas al monte- se repite sistemáticamente en la comunidad, sobre todo en la costa del Atlántico y de forma "más abundante" en el suroeste. Su trabajo de investigación sitúa más de la mitad de la superficie edificada de Galicia (el 70 por ciento) en esas zonas y eso se traduce en que también "gran parte" de la población gallega vive en esos lugares, "influyendo en el riesgo de incendio y presentando una mayor vulnerabilidad al fuego".

Los propios autores advierten de que su hallazgo "pone de relieve la vulnerabilidad de esta comunidad, ya que es más probable que el fuego cause daños en propiedades y en las personas".

Según el estudio, titulado la "Delimitación de la Interfaz Urbano-Forestal en Galicia: Análisis del riesgo de incendio", las zonas donde se entremezclan viviendas y el monte están relacionadas no solo con un incremento del peligro de incendio forestal, "dada la presencia de actividades socioeconómicas en la zona que aumentan el riesgo de incendios por negligencia o intencionalidad", sino que este tipo de áreas se relaciona también con "una mayor vulnerabilidad" a los incendios que deriva del hecho de que la presencia de población viviendo cerca del monte "aumenta significativamente la probabilidad de que estas áreas sufran daños económicos significativos por causa del fuego".

Los autores del artículo, publicado en 2013, sostienen que identificar, como ellos hicieron, estas áreas, ofrece una información de gran relevancia para la gestión del territorio y para la minimización del riesgo de incendio en estos espacios.