La ola de incendios que asoló Galicia en octubre fue más devastadora de lo que revelaron las primeras estimaciones sobre el terreno. De las 35.500 hectáreas estimadas en un principio, las mediciones definitivas de la Consellería de Medio Rural elevan a casi 49.200 hectáreas la superficie total afectada por los 264 incendios registrados en solo dos días, 13.700 más que las calculadas inicialmente (un 40% más).

La superficie reducida a cenizas con los fuegos iniciados el fin de semana del 14 y 15 de octubre equivale a cuatro ciudades como Vigo o a trece ciudades como A Coruña. En solo 48 horas se produjeron el 12% de todos los incendios registrados el año pasado en la comunidad (2.354) pero arrasaron más del doble de terreno que entonces (en 2016 fueron 21.177 hectáreas). La superficie afectada por los fuegos del mes pasado es la tercera más elevada de los últimos 30 años y multiplica por cuatro las hectáreas quemadas el resto de 2017, que rondan las 61.800.

Cuatro fallecidos, 2.500 vecinos desalojados, 32 viviendas afectadas, 10 vehículos, y 22 naves o galpones y más de 49.000 hectáreas calcinadas. Es el balance de los fuegos de hace menos de un mes. Más de la mitad de las hectáreas arrasadas son de monte arbolado: 26.098 (en concreto el 53% del total). El resto, poco más de 23.000, son de monte raso. Las llamas se cebaron especialmente con el sur de la comunidad y en zonas protegidas. El mapa de incendios tiñó de negro la provincia de Ourense, la más castigada por los fuegos, con 22.623 hectáreas, lo que supone el 46% del monte ardido en Galicia el tercer fin de semana de octubre. Le sigue en el ranking por terreno devastado la provincia de Pontevedra, con de 20.085 hectáreas (casi el 41% del total en la comunidad). En Lugo, fueron más de 5.700 (casi el 12%), mientras A Coruña fue la menos asolada: 728 hectáreas, el 1,5% del total.

Las zonas Red Natura afectadas por las llamas suponen casi una de cada cuatro hectáreas (el 23,14%) ardidas en la ola de incendios del mes pasado. En total, 11.376 hectáreas de espacios protegidos: casi 6.800 en Ourense y más de 4.500 en Lugo. La superficie calcinada en la ola de incendios del mes pasado supera la extensión ardida en toda Galicia cada año desde 2007. Durante la última década, el monte pasto de las llamas se movió entre las apenas 2.000 hectáreas de 2014 y las más de 42.000 de 2011.

Las primeras investigaciones de la ola de incendios descartan la existencia de trama organizada alguna y no revelan conexión alguna entre los distintos fuegos, según avanzó el fiscal de Medio Ambiente en Galicia, Álvaro García Ortiz, que atribuye a un "fenómeno de carácter local e individual". ¿Quién está detrás de los incendios? El fiscal coordinador de Medio Ambiente, Antonio Vercher, advirtió ayer de que en España "no hay muchos pirómanos, lo que hay son muchos imbéciles" y que el único modo de luchar contra el fuego es cambiar "la actitud personal y colectiva". "No vale salir por peteneras", hay que asumir que "es un delito cometido por energúmenos con unas consecuencias catastróficas", incluso en los casos demostrados de imprudencia, detalló Vercher en una entrevista a Efe.

La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, garantizó que por el momento no se ha producido el desplazamiento de cenizas de las zonas afectadas por los incendios a las rías y ríos tras las últimas lluvias.

Mato señaló que la lluvia y las condiciones meteorológicas de los últimos días "están contribuyendo de un modo favorable" a las tareas de recuperación de los terrenos quemados.

"Necesitamos que siga lloviendo de una manera intermitente, no torrencial, durante un tiempo", apuntó la conselleira ante la alerta por seguía en más de cincuenta concellos. Todo ello, explicó, "para garantizar la reposición del agua no solo en los embalses sino, si cabe, en lo más importante en estos momentos, el nivel de los caudales de los ríos", de los que se abastecen directamente muchos municipios y cuyos niveles son "especialmente bajos".