Octubre está marcado en rojo en los mapas de la DGT. Pese a la ausencia de lluvias el mes pasado, un factor que suele incidir en la siniestralidad viaria, las estadísticas invierten la tendencia registrada durante los últimos meses en Galicia, con un incremento de los fallecidos en accidentes de tráfico en todas las provincias, salvo en A Coruña que mantiene las cifras de 2016. En total, 11 muertos en las carreteras gallegas el mes pasado, casi el doble que los siete contabilizados hace un año. Detrás de este repunte, están los siniestros con motocicletas. Y es que el buen tiempo hace que los aficionados a las dos ruedas salgan a la carretera a disfrutar de sus ratos de ocio. En caso de accidente, el riesgo de morir en un siniestro con una moto es casi 20 veces superior que en coche. De los 11 muertos el mes pasado en la red viaria gallega, cinco eran de vehículos de dos ruedas -tres con motocicletas en Pontevedra, uno en A Coruña y otro de ciclomotor también en A Coruña-.

Pese a las negras estadísticas de octubre en Galicia, el balance de los primeros diez meses la sitúa como la tercera comunidad donde más ha descendido el número de muertos en carretera (-17%), por detrás de Navarra (-37%) y Comunidad Valenciana (-19%). En total, solo cinco autonomías registran en lo que va de año menos fallecidos que el ejercicio anterior. En la lista, junto con Galicia, Navarra y Comunidad Valenciana, figuran también Baleares (-9%) y Castilla y León (-11%).

Por el contrario, en el conjunto del país ya se superan las 1.000 víctimas mortales, un 3% más los primeros diez meses del año pasado.

Los siniestros de tráfico entre enero y octubre en Galicia dejaron 68 muertos, un 17% menos que los 82 contabilizados en 2016, según el balance divulgado ayer por el Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste, con base en A Coruña. Las provincias de Lugo y Ourense, con la cifra más baja de fallecidos en la comunidad -14 y 6, respectivamente-, son las que protagonizan el mayor descenso respecto al año pasado, un 33,3% menos en el caso de la siniestralidad en las carreteras ourensanas y una caída del 30% en las lucenses. En Pontevedra, con 18 víctimas mortales (el 26% de toda la comunidad), la disminución de los accidentes mortales fue del 18%. En el extremo opuesto de la lista está A Coruña, que concentra el 44% de los fallecidos (un total de 30) y donde la caída de la accidentalidad mortal fue del 3%.

Octubre junto con junio, mayo y enero son los meses en los que las carreteras gallegas soportaron más fallecidos que el año pasado. En junio fueron 9 las víctimas mortales, una más que en 2016. En mayo, se pasó de cuatro a siete y en enero de tres a siete. Finalmente, el mes pasado el repunte fue del 57%, con 11 fallecidos frente a los 7 del año pasado. La provincia de A Coruña concentra más de la mitad de los muertos el mes pasado (6, el mismo balance que hace un año). En el resto de provincia, la cifra de fallecidos aumentó. En Lugo y Ourense se registró una víctima mortal mientras que en octubre del año pasado no se produjo ninguna. En Pontevedra, se pasó de una a tres.

Por tipo de accidente, seis de los siniestros mortales fueron colisiones, un atropello, un vuelco y tres de otro tipo. De las 11 víctimas mortales cuatro eran usuarios de vehículos dos de ruedas: cuatro con motocicletas y uno con ciclomotor. En cuanto a las edades de las víctimas, tres de los fallecidos tenían entre 46 y 55 años, dos entre 36 y 45, dos entre 56 y 65 y otras dos superan los 65. Las otras dos víctimas eran menores de 35.