Galicia está a punto de despedir una semana negra de su historia. En pleno mes de octubre, cuatro personas han perdido la vida en una ola de incendios nunca vista en otoño. Una marea de solidaridad ciudadana y el trabajo a destajo de los efectivos de extinción impidió que el drama no fuera mayor. Miles de vecinos fueron desalojados de sus casas, y en su huida muchos vivieron experiencias de terror que nunca podrán olvidar. Estas son las cifras claves de la tragedia:

| 4 fallecidos. Dos octogenarias perdieron la vida cuando la furgoneta en la que escapaban se vio cercada por las llamas en Chandebrito (Nigrán), un vecino de Vigo se murió tras una caída cuando ayudaba a una amiga a salvar su casa del fuego y un ourensano falleció en Carballeda de Avia cuando intentaba proteger a sus ovejas.

| 273 incendios. Galicia, y en especial las provincias de Pontevedra y Ourense, sufrieron 273 incendios el pasado fin de semana. De ellos, 93 arrancaron entre las 8 de la tarde del sábado y las 8 de la mañana del domingo. Claro síntoma de que eran intencionados.

| 35.5000 hectáreas. El fuego calcinó en 4 días lo que arrasó en todos los tres años anteriores. Es el segundo peor dato desde la ola de incendios de 2006, cuando los incendios arrasaron 95.947 hectáreas. En lo que va de año ya ardieron en Galicia 48.100 hectáreas.

| La regla de 30-30-30. ¿Cómo pudo desencadenarse la tragedia? La Xunta sostiene que el 100% de los incendios son intencionados, pero los incendiarios además contaron con la ayuda del tiempo: temperaturas superiores a 30 grados, una humedad inferior a 30 y vientos de más de 30 km/h.

| Diez zonas catastróficas. Diez concellos pedirán la declaración de zona catastrófica para optar a ayudas públicas para paliar los efectos del fuego: Vigo, As Neves, Baiona, Salvaterra, Ponteareas, Gondomar, Maceda, Paderne, Parada do Sil y Cervantes.

| Un detenido. Un funcionario de Vigo está en la cárcel por un incendio en Os Blancos de una hectárea, del que en su momento no informó la Xunta porque no da cuenta de los fuegos de menos de 20 hectáreas. Los considera conatos. Supuestamente estaba asando chorizos en su finca. Las fuerzas de seguridad del Estado investigan a "muchas" más personas, entre ellos a incendarios ya condenados, y rastrean las matrículas de los coches vistos en las zonas de los incendios. Buscan "terroristas incendiarios". En el incendio de Pazos de Borbén, en concreto, se busca si un grupo organizado provocó el incendio que asoló tres cuartas partes del concello, pues la Guardia Civil ve difícil que una sola persona plantase fuego en 9 focos diferentes en tan solo 20 minutos de tiempo.

| ¿Una trama organizada?. La Fiscalía del TSXG también investiga si hay indicios de una trama organizada. No es la primera vez que se plantea la posibilidad de una trama organizada, pero lo cierto es que hasta ahora no se ha demostrado, y ninguna, de existir, ha quedado al descubierto. Ya se intentó tras ola de incendios de 2006 sin éxito.

| Un gobierno y una oposición. La Xunta puso el foco en el terrorismo incendiario y la oposición en denunciar que faltaban efectivos para apagar el incendio y que fallaba la política de prevención y la coordinación en el dispositivo de extinción. Medio Rural sostiene que nunca hubo tantos recursos en activo en un mes de octubre. La conselleira Angeles Vázquez ya dio explicaciones en el Parlamento, Feijóo no lo hará hasta noviembre.

| Daños: 64 millones para arrancar. Solo reforestar lo quemado costará alrededor de 64 millones de euros, pero el valor de la madera reducida a ceniza será mucho mayor. En 2006, la Xunta cifró en 100 millones los daños por los incendios que entonces arrasaron casi 96.000 hectáreas. La regeneración de los bosques calcinados llevará su tiempo, al menos veinte años. También hay que prepararse para los efectos colaterales: la llegada de ceniza a ríos y rías, y sus consecuencias en el marisqueo, el riesgo de inundaciones en caso de lluvias torrenciales porque el suelo que antes retenía el agua se quemó, ... La Xunta se reúne el lunes para abordar estas y otras cuestiones. Los concellos tambien se movilizan.