La aplastante mayoría de las subastas que organiza la Agencia Tributaria en Galicia con sus bienes embargados acaban desiertas. En lo que va de año solo 22 de las 222 propiedades que se intentaron enajenar por este procedimiento acabaron adjudicadas, un 10%. Desprenderse de ellas le reportó a la hacienda pública 2,7 millones de euros, casi 100.000 euros menos del importe en el que estaban valorados a priori.
Hasta la última de las subastas celebradas desde que comenzó 2017, que tuvo lugar esta semana, la mayor recaudación se consiguió gracias a dos naves industriales ubicadas en O Porriño, que se adjudicaron de manera conjunta por 1,6 millones. En el siguiente escalón aparece un local comercial en el centro de Ourense, por el que el adjudicatario pujó 650.000 euros.
Pero los activos que mejor salida tienen en las subastas son los turismos. Se colocaron un total de siete, todos ellos de marcas de gama media-alta del mercado. Uno de esos vehículos se vendió por más de 13.500 euros. También los garajes obtuvieron buena respuesta: se enajenaron seis, curiosamente cinco de ellos en Vigo y el restante en Nigrán. Por el más caro se pagaron más de 20.000 euros.
Una batea sin comprador
Otros bienes inmuebles, como viviendas, solares o fincas rústicas, no encontraron una respuesta positiva y solo se vendieron cuatro parcelas del último tipo en Lugo. Tampoco se adjudicó, por ejemplo, la concesión administrativa de una batea, valorada en 236.000 euros.
De hecho, ese fue el resultado del 80% de las subastas, mientras que casi el 10% se suspendieron. Esto ocurre, por ejemplo, cuando el deudor salda su deuda a tiempo. Hubo un caso en el que sí se enajenó una finca rústica pero, unos meses después, se anuló por discrepancias entre las superficies registral y catastral.
Cuando una subasta queda desierta, la Agencia Tributaria vuelve a intentar deshacerse de esos bienes mediante otro procedimiento, el de adjudicación directa. Sin embargo, con la información pública disponible no se puede comprobar cuántas de esas propiedades finalmente se colocaron.
En Galicia, las subastas se realizan en la sede coruñesa de la Agencia Tributaria, pero cualquiera puede participar desde su casa por internet, también en el procedimiento de adjudicación directa. Es preciso el DNI electrónico o un certificado de usuario expedido por el organismo para acreditarse como licitador. Antes de comenzar la subasta, tendrá que realizar un depósito del 20% del precio de salida del producto que se quiera adquirir.
Hasta fin de año se subastan 17 activos, entre ellos un edificio en Urzáiz por 500.000 euros
- De aquí a que termine 2017 saldrán a subasta otros 17 bienes por valor de 1,1 millones de euros. Casi la mitad, 477.000 euros, se corresponden a una vivienda ubicada en la viguesa calle Urzáiz. También se podrá pujar por una nave industrial en A Guarda por 237.000 euros. Si se tiene en cuenta el procedimiento de adjudicación directa -la oferta se presenta por sobre o por internet y el bien se otorga a la más alta- las opciones se multiplican. La propiedad con la valoración más elevada, 2,4 millones de euros, es una nave industrial en Allariz. Le sigue un local comercial en García Barbón, también en Vigo, por un millón. En el rango más bajo se sitúan tres garajes de Boiro, por 1.330 euros, y un trastero en O Grove, valorado en 2.320 euros. Al margen de la Agencia Tributaria, también el Ministerio de Hacienda está intentando hacer caja con la venta sus propiedades. A finales de noviembre subastará 114 inmuebles, todos ellos en la provincia de A Coruña, con una tasación de casi dos millones de euros. Cerca de la mitad, 785.000 euros, corresponden a un local comercial del centro de la ciudad herculina.
