Cinco estaciones consecutivas con déficit hidrológico, los embalses de abastecimiento en mínimos y el caudal de los ríos cada vez más bajo han obligado a la Xunta y algunos municipios a tomar medidas para paliar los efectos de la sequía; con urgencia, en los casi 40 concellos de seis cuencas de Galicia-Costa, gestionada por el Ejecutivo autonómico, donde la semana pasada se decretó el nivel máximo de riesgo por la escasez de agua. En la primera reunión del comité permanente del Consello Rector de Aguas de Galicia se acordaron ayer nuevas restricciones en los ayuntamientos en alerta por sequía y controlar la demanda y consumo actuales, así como la distribución que realizan en los distintos usos.

Durante el encuentro, representantes de Xunta, administración local y consumidores analizaron la evolución de la situación de déficit hidrológico en las seis cuencas en alerta desde la semana pasada: aquellos por los que discurren los ríos Verdugo, Baíña y Lagares; Oia y O Rosal; Castro; Xallas y Cee; Mero y otros ríos que desembocan en las rías de A Coruña y Betanzos.

El comité rector acordó enviar una carta a los ayuntamientos con las captaciones de agua en los sistemas afectados por la sequía, en la que les explicará la situación actual y los instará a fomentar medidas de concienciación y ahorro, tal y como detallan desde la Consellería de Medio Ambiente. La próxima semana tendrán una reunión con todos los municipios afectados para poner en común los problemas derivados de la falta de lluvia y abordar las incidencias detectadas.

Estas nuevas restricciones se sumarán a las primeras planteadas por la Xunta en mayo. Entonces, aplicó las primeras medidas de corte restrictivo, entre las que destaca el bloqueo de las autorizaciones para el riego de obras mediante captaciones de agua procedente de los ríos, así como otros usos no básicos, como el riego de jardines o el vaciado de fuentes para proceder a su limpieza. Una semana después, Augas de Galicia empezó a remitir una circular a los concellos instándoles a la restricción del agua en la limpieza de calles y riegos para garantizar el abastecimiento en verano.

Tras nueve meses con toda Galicia en prealerta por sequía y una semana después de decretar el nivel máximo en casi 40 concellos -no han cerrado la cifra-, la Xunta urge nuevas medidas para minimizar los efectos de la falta de precipitaciones, que no ha afectado al abastecimiento para consumo.

Aguas de Galicia les solicitó ayer datos sobre demanda y consumo y cómo utilizan el recurso. Entre las restricciones que propone, destacan la limitación de los usos públicos, el campañas de concienciación sobre su uso responsable, por ejemplo, a los ganaderos que recurran a ríos, cortes nocturnos del suministro y mejoras en la red para minimizar las fugas: con el agua que pierde Galicia en un año, se abastecería Andalucía un mes.