Manuel Fernández Castiñeiras, el ladrón del Códice Calixtino sólo cumplirá 3 de los 190 años impuestos en su día por el Juzgado de lo Penal 2 de Santiago por el robo de cartas a sus vecinos, según un auto del Tribunal Supremo notificado ayer. Una pena que se acumulará a los 6 años y dos meses que fijó para él la Audiencia por el hurto del libro y otros objetos en la catedral de Santiago y los 2 años por el delito de blanqueo.

En principio la acumulación de penas aplicada por el Juzgado de Penal 2 establecía el cumplimiento efectivo de 18 años y 6 meses de prisión, que ahora se verían reducidos a sólo 11 años. Una vez cumplida la mitad de la condena, Castiñeiras -que lleva 3 años en prisión- optaría ya a la libertad condicional. Su edad y su estado de salud podrían ayudar a una próxima excarcelación.

El Tribunal Supremo ha estimado el recurso de casación presentado por la letrada Carmen Ventoso, que lleva la defensa del electricista. El auto da la razón a las tesis de la penalista vilagarciana. La letrada recurrió en Madrid la acumulación de penas establecida por la sala de lo Penal compostelana que dictó un año de cárcel por cada una de las cartas robadas, un total de 190 que en ningún caso se cumplirían.

El alto tribunal ya había reducido también un año la condena de 10 impuesta por la Audiencia de A Coruña por los delitos de robo continuado en la catedral y blanqueo de capitales.

En aquella sentencia, emitida el 18 de febrero, la Audiencia consideró probado que Fernández Castiñeiras, que fue electricista de la basílica compostelana durante 25 años, cometió un delito de hurto por la sustracción del manuscrito, un delito continuado de robo con fuerza en las cosas por la sustracción de diversas cantidades de dinero y documentación de la Catedral y un delito de blanqueo de capitales por la compra de inmuebles con dinero de procedencia ilícita.

El Tribunal Supremo ratificó en su día los 6 meses de prisión para su esposa, Remedios Nieto Mayo, por blanqueo de capitales y la multa de 268.425 euros a cada uno de los cónyuges, así como la condena a Fernández Castiñeiras a que indemnice a la catedral de Santiago de Compostela con 2,4 millones de euros y 30.000 dólares, por estar probado que robó al menos esa cantidad a lo largo de los años de la caja fuerte del despacho del administrador del edificio religioso.

Durante las 11 jornadas que duró el juicio, entre el 19 de enero y el 5 de febrero de este año, el tribunal consideró probado que Fernández Castiñeiras sustrajo el Códice Calixtino de la cámara en la que se encontraba en el Archivo de la Catedral de Santiago en los primeros días de julio de 2011. El manuscrito fue localizado en un garaje de su propiedad en O Milladoiro un año después, en julio de 2012.

De forma paralela, la sentencia condenó también al exelectricista por robo continuado, tras considerar probado que a lo largo de años había hecho uso de las llaves de las que disponía para sustraer, al menos, "2.447.560 euros", así como dinero en otras divisas. En total, la basílica compostelana ha recibido ya más de 1,7 millones de euros pues el electricista guardaba 1.679.870,80 euros en sus pisos en metálico y 30.106 dólares americanos -sobre 25.500 euros- y sus pisos fueron embargados.