El ritmo ascendente que los impuestos municipales han cogido desde comenzó a crisis económica no tiene previsto frenar en 2017. Al menos en la mitad de los concellos de Galicia. El 50% de ellos espera ingresar más por impuestos directos e indirectos que durante el pasado ejercicio, según consta en las previsiones presupuestarias que envían cada año al Ministerio de Hacienda. Sin embargo, el montante global es inferior al de 2016. Mientras que el pasado año recaudaron 1.148 millones entre impuestos y tasas, la previsión para éste se queda en 987, un 20,7% menos.
Un total de 156 ayuntamientos calculan que los ingresos serán superiores con cifras que oscilan entre el escaso 1% hasta el 156% más de Antas de Ulla (Lugo) o el 110% de Ponteareas (Pontevedra), ya que las variaciones se notan más en presupuestos pequeños. Son 44 concellos de Ourense, 43 en A Coruña, 40 en Lugo y 23 en Pontevedra. Esto no quiere decir que los ayuntamientos restantes no prevean una subida de su recaudación de impuestos. Hay 37 de ellos que no ha comunicado todavía a Hacienda sus estimaciones. Lejos de estos aumentos en la recaudación de impuestos están los 120 concellos que hacen las cuentas a la baja con recortes que van desde el 1% hasta el 51% de Muxía. De las grandes ciudades faltan los datos de A Coruña y Ourense, y las restantes mantienen unas previsiones de crecimiento muy discretas. Santiago calcula la variación más alta, con un 3%, le siguen Vigo y Vilagarcía de Arousa con un 2%, Pontevedra con un 1% y, finalmente, Ferrol y Lugo, que consideran que mantendrán los mismos ingresos por impuestos que durante el pasado año.
Los impuestos representan una parte considerable de la caja de los concellos. Según los datos de Hacienda, el 37,8% de los ingresos procede de impuestos directos e indirectos. Este porcentaje aumenta hasta el 56% si sumamos las tasas. En total, son 987 millones los que prevén ingresar por los dos conceptos lo que supone un 20% menos de caja que el pasado año, cuando recaudaron 1.148 millones. Sobre esta cifra inicial, inferior incluso a la de 2008 antes del inicio de la crisis económica, sería necesario sumar aún la recaudación de impuestos de A Coruña y Ourense, que, para tener una referencia, ingresaron los dos juntos el pasado año 159,5 millones de euros.
La necesidad de sanear las cuentas y hacer frente a los gastos llevó a los concellos a aumentar la presión fiscal durante los peores años de la crisis. Tributos como el IBI urbano crecieron y los ayuntamientos se volvieron más disciplinados a la hora de recaudar. El resultado fue que las corporaciones ingresaban 118 millones más entre 2010 y 2013 que antes del inicio de las turbulencias económicas.
El reparto de la presión fiscal por habitante durante este año sitúa a los ayuntamientos pequeños que aspiran a grandes ingresos a la cabeza. Es el caso de Vilariño de Conso, (Ourense) con casi 2.000 euros por habitante, Xove, en Lugo, con 1.662, o As Pontes de García Rodríguez (A Coruña), con 972. En Pontevedra, la clasificación la encabeza Sanxenxo, pero con una cifra muy inferior, 484 euros. Ocho ayuntamientos planean, al menos, doblar sus ingresos. Entre el 25% y el 50% de incremento se cuentan 14, pero el grupo más numeroso, 35, elevará la recaudación entre un 10% y un 25%.
