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La gestión de residuos en Galicia

Sogama abre su primera planta de compostaje con tarifas un 35% más baratas por tratar la basura

El centro, con capacidad para 15.000 toneladas de residuos, se ubicará en Cerceda y solo se podrán adherir los concellos próximos -Se cobrará 45 euros por tonelada frente al canon de 68 euros que se paga por la incineración

Simón Espinosa

A solo tres años de que se cumpla el horizonte previsto por la UE y el Gobierno español para alcanzar el objetivo de reciclar un 50 por ciento de la basura, en Galicia solo se reutilizan el 3,3 por ciento de los residuos que se generan. El destino de la mayor parte de los desechos sigue siendo la incineración, el modelo por el que apostó la Xunta cuando creó Sogama en 1992 en detrimento de otros como el compostaje que quedó reducido a iniciativas locales que no contaron con el apoyo de la Administración autonómica. Sin embargo, las directrices europeas y estatales han obligado a dar un giro a la gestión de los residuos urbanos en la comunidad autónoma y la Xunta está dando ya los primeros pasos. Para este año está previsto que entre en funcionamiento la primera planta de compostaje impulsada por Sogama y situada en Areosa (Cerceda).

Se pondrá a disposición solo de unos pocos concellos para que lleven su basura a estas instalaciones a cambio de pagar un canon de 45 euros por tonelada, una cifra que supondría una importante rebaja en la factura que pagan los municipios por la gestión de residuos puesto que la tarifa por la incineración se sitúa en los 68,25 euros, un 35 por ciento más cara.

El problema es que solo se podrán beneficiar del compostaje y de estas reducciones en las tarifas "los municipios más próximos" a la nueva planta "hasta agotar su capacidad de tratamiento", que es de solo 15.000 toneladas, una cifra muy escasa si se tiene en cuenta que se calcula que en 2020 se generarán en Galicia 490.000 toneladas de residuos orgánicos.

Así lo recoge el nuevo proyecto de Lei de Fomento de Implantación de Iniciativas Empresariais que tramita la Xunta y que da un vuelco al proyecto inicial de la planta de compostaje previsto en Areosa.

La idea inicial de Sogama era separar en el complejo medioambiental de Cerceda la basura orgánica que llega mezclada con el resto y enviarla a la planta de compostaje. Sin embargo, no tardaron en descartar esta idea. El portavoz de Adega, Fins Eirexas, explica que para hacer compost de calidad es fundamental la separación en origen, es decir, que en cada casa se depositen los restos orgánicos en cubos separados. "Por lo tanto, lo que quería hacer la Xunta no se podía llamar compost, sino material bioestabilizado", aclara.

Desechada esta idea, Sogama se decantó después por enviar a la planta de compostaje de Areosa el material orgánico, esta vez ya previamente separado, procedente de grandes generadores de residuos como mercados, centros comerciales, restaurantes o hospitales... Pero esto suponía otro problema. "La distancia de algunos de estos centros exigía un gasto en transporte que no es asumible", declara Eirexas.

Finalmente, tal y como se recoge en una disposición transitoria del proyecto de Lei de Fomento de Implantación de Iniciativas Empresariais, la nueva planta de compostaje se pondrá al servicio de los concellos "más próximos". Aquellos que estén interesados deberán adherirse mediante la firma de un convenio, pero estarán obligados a entregar la basura orgánica separada. Es decir, los vecinos de estos ayuntamientos deberán separar en casa los residuos orgánicos y depositarlos en un contenedor diferente. Hay dos opciones: colocar otro contenedor más (aparte del depósito de papel, el de vidrio el de envases ligeros y el verde, que recogería la fracción de basura que no se puede reciclar). O bien, usar la fórmula que ya emplean en la Mancomunidad del Barbanza de "húmedo-seco", donde se separan los residuos exclusivamente en orgánicos e inorgánicos, excepto el papel y el vidrio.

Según recoge la normativa de la Xunta, será la Consellería de Medio Ambiente la que fije las condiciones de adhesión de los concellos a esta planta de compostaje. "En garantía de la sostenibilidad financiera de la nueva instalación se fijará un canon específico de 45 euros por tonelada de residuos entregados que cumplan unos requisitos mínimos", aclaran.

La nueva planta de compostaje permitirá reutilizar los residuos y convertirlos en unas 3.000 o 4.000 toneladas de abono al año.

La Xunta deja en manos de concellos y empresas construir otros 11 centros para residuos orgánicos

  • La nueva planta de compostaje de Sogama es un primer avance para cumplir los objetivos de reutilización que marca la UE, pero las 15.000 toneladas que convertirá en compost están lejos de las 245.000 que deberá transformar en abono en 2020 (el 50 por ciento de las 490.000 toneladas de basura orgánica que genera anualmente Galicia). Para cumplir esta meta el Plan de Xestión de Residuos Urbanos de Galicia (2010-2020) recoge que serán necesarias once plantas locales y comarcales, a las que se deberán sumar iniciativas de compostaje comunitaria y autocompostaje. Sin embargo, a tres años para cumplirse el horizonte fijado en este plan no se ha ejecutado ni proyectado ninguna de estas plantas.Desde la Xunta aclaran que el Plan de Residuos establece "una hoja de ruta" pero deja en manos de concellos y de la iniciativa empresarial la construcción y gestión de estas plantas de compostaje, que permitirían abaratar la factura que pagan los ayuntamientos por la gestión de basuras y, como consecuencia, también el recibo que pagan los ciudadanos.La primera planta de compostaje, de la que se beneficiarán los municipios próximos a Cerceda,ha sido impulsada, sin embargo, por Sogama, que está participada en un 50 por ciento por la Xunta.Para extender este modelo al resto de Galicia es necesaria la construcción de más plantas de compostaje repartidas por el territorio, puesto que la clave para que este sistema de gestión de basuras resulte más económico que la incineración está, por un lado, en la reducción de los costes de transporte debido a la proximidad a los centros de gestión, y, por otro lado, en que se requiere menos infraestructura y tecnología para transformar la basura orgánica en compost.Sin embargo, Galicia no solo va retrasada con el compostaje. El Plan de Residuos preveía la construcción de dos plantes de selección de envases ligeros para su reciclaje y tampoco hay ninguna prevista por el momento.

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