La Consellería de Educación e Cultura se mostró ayer reacia a explorar vías legales para recuperar el pazo de Meirás, regalado al dictador Francisco Franco tras ventas forzadas, descuentos en nóminas de los funcionarios municipales y provinciales y emisión de bonos supuestamente de compra voluntaria. Solo un día después de que el portavoz del PP en el Parlamento, Pedro Puy, se mostrase dispuesto a estudiar la "interesante" propuesta del PSdeG de crear una comisión mixta para analizar las posibles fórmulas de revertir Meirás al patrimonio público, la Xunta ha evitado pronuciarse sobre este extremo.
"En el actual legislativo, el Pazo de Meirás solo puede pasar a ser propiedad pública a través de su compra o de su expropiación. La Consellería entiende que Galicia no está para dar dinero a la familia Franco", respondió al ser consultada sobre si estaba dispuesta a buscar fórmulas para que el Pazo de Meirás fuese propiedad pública. .
Con esta respuesta, el gobierno del PP parece reafirmarse en la línea que ha seguido hasta ahora, la de negarse a reclamar al Estado un cambio legistativo que abra la puerta a la posible devolución gratuita del pazo, una opción que han reclamado sin éxito en el Parlamento En Marea, BNG y PSOE.
El Pazo de Meirás, 'okupado' por el BNG
La respuesta del Gobierno gallego llega el mismo día en que activistas del BNG tomaron el pazo de Meirás en un acto reivindativo para reclamar su devolución y la ilegalización de la Fundación Francisco Franco y evitar de este modo que haga "apología de la dictadura" a través de la gestión de las visitas.
En el primer día de apertura al público del Bien de Interés Cultural tras el ya habitual parón veraniego, un grupo de activistas del Bloque saltaron los muros y se encaramaron una de las torres para colgar una pancarta con el lema O pazo é do pobo galego. Franquismo, nunca máis y una bandera gallega con la estrella roja en el centro.
Al término de esta "conquista simbólica" de As Torres que motivó la intervención de la Guardia Civil, el BNG reclamó nuevamente la devolución al pueblo de este Bien de Interés Cultural, propiedad en su día de Emilia Pardo Bazán. "Se trata de una acción simbólica. Como nacionalistas y demócratas nos parece indignante que un patrimonio conseguido por la vía de la fuerza siga siendo propiedad de los Franco", sostuvo el secretario xeral de la UPG, Néstor Rego", que instó a la Xunta a implicarse para "acabar con esta ignominia". En la misma línea, el parlamentario Luis Bará denunció la "pasividad cómplice del Gobierno gallego" ante la "ofensa y falta de respeto" que supone el intento de la Fundación Francisco Franco de "exaltar la grandeza del dictador con las visitas" y de conseguir la devolución del pazo que fue adquirido mediante "la extorsión, el robo, la rapiña y la corrupción a gran escala del Estado".
