El verano se acaba el 11 de septiembre, al menos para los niños gallegos de educación Infantil, Primaria y Especial, que son los más madrugadores a la hora de volver a las aulas, aunque cuatro días después les seguirá el resto. Algunos de ellos, en torno a 7.500, vivirán un arranque de curso diferente al habitual, porque no solo estrenarán libros, sino también compañeros de autobús que no están matriculados en ningún centro educativo. Porque por primera vez Galicia, aunque ya funciona en otras comunidades, utilizará el transporte escolar también para otros viajeros.

La convivencia de estudiantes y viajeros ajenos al sistema educativo, que forma parte del Plan de Transporte Público de la Xunta, que fue contestado, no será generalizada, sino que afectará a cerca de 600 líneas, en torno a una de cada diez de las que mueven niños de colegios en la comunidad, señalan desde el Gobierno. Y el porcentaje de alumnos que verá cómo los asientos libres en su bus los ocupan vecinos de su ruta es aún menor, de alrededor del 8%, según cifras facilitadas ayer por el departamento que dirige Ethel Vázquez, lo que se traduciría en más de 7.500 si se tiene en cuenta que la Consellería de Educación estima que en el curso 2016-2017 la cifra de usuarios del transporte escolar en la red pública de enseñanza podrían ascender a 94.240.

La Xunta garantiza que se "mantendrán intactas paradas, recorridos y horarios del alumnado". Los niños "llegarán a su casa como llegaban", proclamó Ethel Vázquez, que se reunió con Educación para ultimar los detalles de un operativo "especial" para "garantizar el correcto funcionamiento" del sistema. Hay que tener en cuenta que el primer día del nuevo plan de transporte de la Xunta (las nuevas adjudicaciones y rutas), el 8 de agosto, hubo caos por la falta de información de horarios y rutas, sobre todo en Ourense, la provincia donde se implantará de forma más extensa el uso compartido, con cerca de la mitad de las rutas

Campaña informativa

Para asegurar el éxito, el Gobierno gallego reforzará la información a colegios y anpas, distribuirá instrucciones a los acompañantes -su cifra se elevará un 60% y su presencia se asegurará en todas las rutas compartidas-, se reunirá con las empresas e intensificará las inspecciones. Además, los buses irán identificados.

Según la Xunta, así se permitirá a los vecinos del rural (Ourense y Lugo, sobre todo) ver "multiplicadas" sus opciones de desplazamiento al tiempo que se incluyen garantías "más elevadas" para los alumnos, que serán, defiende el Ejecutivo gallego, "lo primero", según Vázquez, por lo que su atención -y seguridad- queda "blindada" y además se facilita, dijo, la "conciliación" y se permite una vivencia "intergeneracional".