El Ayuntamiento de Verín emitió ayer un bando en el que avisa a sus vecinos de que el agua de la traída no es apta para el consumo humano. Según informa en el escrito el alcalde Verín, Gerardo Seoane, esta situación se produce "como consecuencia de las fuertes lluvias" de las últimas horas y la sequía existente, que han provocado un arrastre de terrenos quemados en los incendios que han afectado al municipio ourensano en el mes de agosto.

Por ello, el Concello de Verín decidió "en cumplimiento de la norma de prevención de la salud pública" emitir este bando puesto que el "agua de abastecimiento no es apta para el consumo humano".

Así, personal técnico se encuentra trabajando para buscar una alternativa y recuperar el correcto funcionamiento del sistema. Asimismo, se señala que una vez se resuelva el problema se comunicará a los vecinos.

Verín ya sufrió cortes de agua debido a la fuerte tormenta que cayó el domingo por la tarde. El granizo dejó múltiples incidencias en la provincia de Ourense, marcadas por los problemas de circulación tanto en la A-52 como en carreteras comarcales y también por el suministro de agua en Verín.

En concreto, en la localidad verinense, el alcalde Gerardo Seoane, del PSOE, explicó la tromba de agua provocó cortes en el suministro de la potable, teniendo que recurrir a captación alternativa.

Verín, una de las villas más afectadas, ha visto cómo el agua arrastró los residuos y las cenizas del incendio registrado hace "20 días" en el lugar de Queirugás hasta desembocar en el río Támega, en una zona ubicada a unos escasos "trescientos metros del punto de captación de agua", lo que ha provocado que el ayuntamiento tuviese que buscar una captación alternativa.

"Estamos intentando arreglarlo, ahora mismo el agua que llega es muy turbia, no apta para el consumo humano", precisó Seoane.

Además de Verín, los bomberos de Ourense tuvieron que atender numerosas incidencias provocadas en su mayoría por la acumulación de balsas de agua, que llegaron en algún caso a los 50 centímetros de profundidad.

Una situación similar se vivió en O Carballiño, donde según el concejal Adolfo Nogueira, se atendieron hasta "unas cien llamadas" relacionadas con la entrada de agua en bajos, locales e incluso en el consistorio.

Según ha asegurado, la granizada dejó una treintena de bajos, calles y locales comerciales anegados, los cuales sufrieron "daños considerables", lo "nunca visto" en esta localidad carballinesa, y que provocó también la suspensión de un partido de fútbol.