Ourense y O Carballiño sufrieron ayer fuetes granizadas a las cinco y media de la tarde. En la villa del Arenteiro los trozos de hielo alcanzaban "el tamaño de un garbanzo", comentaban los vecinos. La tromba de agua y pedrisco en Ourense fue intensa, por lo que el arrastre de hojas y de tierra provocó el atasco de sumideros y el nivel del agua alcanzó hasta medio metro de altura en algunos puntos de la calzada. Los bomberos se vieron desbordados, al tener que acudir a desatascar sumideros, a partir de esa hora, a la rúa Serra Martiñá; N-525, en de la rotonda del puente nuevo -se inunda siempre que hay fuertes precipitaciones-, N-120, en la rotonda que hay delante de las torres de O Pino; junto al colegio de Casardomato, por el arrastre de ceniza y tierra de la superficie afectada por un incendio forestal; junto a los garajes de las viviendas sociales de O Pino. Personal del cuerpo de bomberos procedió, momentos más tarde, a la colocación de arquetas en la rúa Progreso, que había levantado el agua, y también actuó en el cruce de la avenida de Portugal con la rúa Ervedelo. Otro equipo de bomberos tuvo que intervenir en la praza da Lexión, rúa Marcelo Macías, glorieta de Vistahermosa, Mende, número 46 -por la caída de un árbol- y en la rúa Alejandro Pedrosa, por la inundación de la calzada.