El fin de la doble recesión fue solo el principio de un largo periodo de convalecencia para España en estos diez años que van ya desde el estallido de la crisis económica global. Con la vuelta al crecimiento y el fin de la destrucción de empleo hubo un antes y un después en el tratamiento, como ocurre ahora que la actividad se sitúa otra vez en los niveles previos al pinchazo. Pero queda pendiente que esa recuperación sea completa también en el mercado laboral y, en general, para el conjunto de la sociedad. "No saldremos de la crisis definitivamente hasta que no creemos 1,5 millones de puestos de trabajo más", reconocía esta semana el ministro de Economía, Luis de Guindos, en su valoración del comportamiento del Producto Interior Bruto (PIB) entre abril y junio -con un avance trimestral del 0,9% y del 3,1% en la tasa interanual- y con el anuncio de que el Gobierno revisará al alza su estimación de crecimiento este ejercicio, prevista en principio en el 3%. A Galicia le falta algo más porque en su caso la producción de bienes y servicios todavía no supera, por poco, la de 2008. Se da por seguro que lo hará al cierre del actual trimestre, aunque con cifras de ocupación mucho más bajas que las de la etapa de bonanza. El PIB regional acaricia su récord con casi 200.000 puestos de trabajo menos que los que necesitó diez años atrás para marcar su anterior máximo.
Entonces, en el segundo trimestre de 2008, el valor de los bienes y servicios generados ascendió a cerca de 14.600 millones de euros. Una vez descontado el efecto al alza provocado por la subida de precios, la actividad en Galicia al 99,8% de esos niveles que precedieron a la crisis. "Va a lograrlo este trimestre -apunta José Francisco Armesto Pina, economista y miembro del Foro Económico de Galicia-. Así que prácticamente la salida de la crisis será igual a la del Estado".
De hecho, el PIB autonómico acumula ya un año completo con incrementos alrededor del 3% y ahora lo hace ligeramente por encima del total de la economía española. Una décima, concretamente, hasta el 3,2%, en comparación con el segundo trimestre de 2016. También es verdad que hace un año España crecía a un ritmo del 3,4% y Galicia se movía en el 3%, según los datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE) y su homólogo estatal, el INE.
Haz click para ampliar el gráfico
¿Cuánta gente trabaja en la actualidad en Galicia? El balance de contabilidad regional conocido el pasado jueves refleja un total de 1,143 millones de puestos, de los que 1,004 millones son a tiempo completo. Son 184.775 y 192.795 menos, respectivamente, que en el segundo trimestre de 2008. O, lo que es lo mismo, al empleo le queda más de un 13% de ocupados por alcanzar para igualarse a la etapa previa a la doble recesión, y un 16% en el caso de las jornadas completas. Lo que también demuestra, una vez más, que los contratos parciales están aumentando más que los que no son por tiempo reducido.
"La recuperación del empleo siempre va por detrás del PIB -apunta Armesto-. Sobre todo en tejidos productivos como el de España, más en Galicia, donde predominan las pequeñas y medianas empresas. Las grandes, cuando empiezan a crecer, tiran más de la contratación".
Así que Galicia está produciendo casi tanto como en el mejor momento por el que atravesó su economía, pero con menos trabajadores. E igualmente con menos horas. Fueron 497 millones de horas entre abril y junio, un 0,2% más que en el trimestre anterior y un 2,1% por encima del mismo periodo de 2016. ¿Conclusión? Los cambios en la organización interna de las compañías, la mayor productividad y la penetración de la tecnología están influyendo de lleno en el modelo tradicional del PIB.
A diferencia de lo que está sucediendo en el país, con el consumo tirando de la economía, tres cuartas partes del ascenso del PIB de la comunidad se deben al negocio exterior de las empresas. Las exportaciones son uno de los factores empleados para medir el crecimiento que sí se colocan en Galicia por encima de los niveles precrisis. Casi un 15% más que en 2008, con los datos depurados de nuevo de la inflación.
No es, sin embargo, la actividad que mejor evolución muestra respecto a los máximos de hace una década. A la cabeza está el negocio inmobiliario. Claro que su peso en el PIB gallego es infinitamente menor que las ventas de Galicia a otras comunidades y países. Las inmobiliarias generan en estos momentos casi 10 de cada 100 euros del valor añadido. El incremento en su actividad desde 2008 -cuando representaban 6,4 euros de cada 100- es del 27%.
Su variación tiene mucho que ver en la escalada de todo el sector servicios hacia la cumbre del PIB gallego. Suponían el 57,9% en 2008 y ahora concentran el 63,3%. Su actividad está un 10,2% por encima de los niveles récord. Y entre todas las empresas de servicios, los mayores aumentos de actividad en todo este tiempo que va de crisis e inicio de la recuperación destacan el comercio, el transporte y la hostelería. Un 14,3% más, a nada de alcanzar una cuarta parte del PIB gallego después de ganar tres puntos en el reparto de la actividad por sectores.
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca mantienen casi intacta su posición en el PIB gallego porque tampoco fueron de los peor parados en esta última década. El sector primario, a pesar de las muchas idas y venidas que lleva en las espaldas por los precios de los productos del mar y el campo, está un 11% por encima del nivel de actividad que tenía en el segundo trimestre de 2008.
