El tiempo seco no es solo un factor que favorece los incendios forestales sino que además se está convirtiendo en un obstáculo para su extinción. La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, explicó ayer que existen "ciertos problemas" con los más de 6.000 puntos de carga del operativo contra el fuego en Galicia, porque "parte de ellos ya no disponen de agua".

Así se lo están trasladando algunos de los alcaldes a la conselleira que ayer visitó Xinzo. Según alertó, la problemática de la sequía dificulta la labor del operativo de extinción, ya que supone que hay que tener "un control exhaustivo" en los depósitos, porque "no se pueden dejar los puntos sin agua". Esto obliga a la Xunta a trasladar agua en cisternas para llenar los depósitos y evitar que queden vacíos, lo que sería desastroso en caso de incendio.

Ángeles Vázquez remarca que lleva "mucho tiempo sin llover", con temperaturas altas y humedad baja. Por ello, pide la colaboración de ciudadanos y ayuntamientos para que ayuden en la prevención de incendios.

Según la información de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en Galicia ha llovido un 75 por ciento menos de lo que es habitual desde que se inició el año hidrológico el 1 de octubre de 2016 y hasta la actualidad.

Esto está ocasionando ya problemas de suministro en algunos concellos de Ourense y Pontevedra que están recurriendo a cisternas de agua para garantizar el suministro.

El Ayuntamiento de Lugo informó ayer que tienen una situación "bastante limitada, con poca agua", pero recuerda que no hay declaración de sequía por parte de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS). En otras ciudades se están tomando ya medidas para restringir el consumo de agua ante la probabilidad de que se alargue todavía más la sequía. Los expertos auguran que si no llueve en otoño habrá problemas de suministro.

Tras una "ola" de tres días de incendios, la conselleira de Medio Rural confía ahora en que la situación se estabilice.

Durante la jornada de ayer los servicios de extinción de la Xunta lograron apagar el incendio forestal declarado en el concello ourensano de Montederramo, tras quemar 42 hectáreas. También quedó extinguido a las ocho de la tarde el fuego registrado en Monterrei,que se inició el martes y calcinó 384 hectáreas.

Además se mantienen bajo control otros cuatro incendios. Tras tres días luchando contra las llamas, los servicios de extinción lograron controlar a última hora del jueves el fuego de Chandrexa de Queixa, que arrasó 369 hectáreas.

En la misma situación está el incendio de Castro Caldelas (265 hectáreas afectadas) y el del concello lucense de Cervantes, donde ardieron más de 100 hectáreas. También en Lugo, hay otro fuego que, según Medio Rural, está controlado y que afecta a unas 20 hectáreas.

Además a última hora de ayer permanecía estabilizado un incendio en Agolada,que había quemado ya 20 hectáreas.

El BNG cargó ayer contra la política forestal de la Xunta. La portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, criticó que el Gobierno gallego esté "instalado en el conformismo" y "asuma como cada año arden miles de hectáreas" de monte en Galicia. Frente a ello, le instó a poner en marcha de una nueva política forestal "sin partidismos y cortoplacismos".

"En esta materia hay que hablar en serio, sin partidismos y cortoplacismos. Hay que cambiar un modelo forestal fracasado y poner medidas para acabar con el abandono del rural", manifestó la líder del Bloque.