Hoy comienza la temporada de caza mayor en Galicia y casi un centenar de menores podrán participar, denuncian desde la asociación animalista Libera! y la Fundación Franz Weber. En total, según los datos aportados por estas organizaciones en un comunicado divulgado esta mañana, serían 98 menores de edad los que poseen una licencia de caza en Galicia y quienes pueden participar en una campaña que este año se prolongará en algunos casos, explican, hastas el mes de enero. Estos colectivos denuncian que el que los menores puedan participar se debe a un marco normativo que está en vigor desde el año 2013 y que es el que permite que chicos de 16 años “porten armas de fuego” y puedan “formar parte de las batidas y monterías sin niveles de protección adicionales”, señalan.

Frente a esos apoyos, las organizaciones animalistas argumentan que “son más de 51.000” las personas que suscriben la petición lanzada a través de change.org para prohibir la participación o la presencia de menroes de edad en las cacerías. Esta proposición, explican en su nota, se enmarca en la proposición no de ley que tanto Libera! como la Fundación Franz Weber preparan para modificar la Lei de Caza y que pretende conseguir que Galicia sea la primera comunidad “que veta a los niños cazadores”.

Falta de relevo

Las dos organizaciones inciden en que el hecho de que no lleguen al centenar las licencias de este tipo “evidencia” que “el relevo generacional” en el colectivo de cazadores “es ínfimo” y “refuerza” las denuncias a los movimientos de Xunta y de la “federación oficialista” para “fomentar la caza entre la juventud y la niñez”. En esa línea, apuntan al nuevo convenio de colaboración entre la Consellería de Medio Ambiente y la Federación Galega de Caza para “impulsar la actividad cinegética entre menores de 30 años”, lo que supone, aseguran, repetir un acuerdo de 2015 “que supuso”, critican, “el desembolso de 25.000 euros del erario público”.

Aunque el número de permisos para cazar concedidos a menores de entre 16 y 18 años asciende a 98 en 2016, la cifra supone un repunte (es el doble) respecto al año anterior, ya que en 2015 fueron medio centenar las licencias otorgadas desde el Ejecutivo autonómico a jóvenes que no alcanzaban a edad de emancipación. Además, ese incremento, según publicaba este diario, se produce en un contexto en el que entre el resto de las edades se ha rebajado el número de licencias: el número de cazadores descendió un siete por ciento en cuatro años, con casi 3.500 menos. En 2016 disponían de licencia para cazar en la comunidad unos 45.000 gallegos, muy por debajo de las 60.000 que se contabilizaban hace una década.