Más de 10.000 empleados públicos de la Xunta se benefician de la flexibilidad horaria y el teletrabajo para facilitar la conciliación de su vida laboral y familiar.

Estas medidas se pusieron en marcha en 2014, tal y como explicó esta mañana la directora xeral de Avaliación e Reforma Administrativa, Natalia Prieto. En el caso de la flexibilidad horaria los empleados públicos pueden optar por cambiar sus horarios entre la franja de las 7.30 de la mañana y las 18.30 de lunes a viernes si es para conciliar la vida laboral y familiar. También se puede optar de forma automática por la flexibilización laboral haciendo un horario fijo de 9.00 a 14.30 y completando el resto de horas en la franja que va de las 7.30 a las 9.00 o de las 14.30 a las 18.30.

Los horarios pueden ser superiores a las 18.30 siempre que el centro en el que trabaje el empleado esté abierto y teniendo en cuenta como horario máximo las 20.30. Además los trabajadores con horario flexible pueden compensar los posibles retrasos haciendo más horas al mes siguiente.

Actualmente hay 8.747 trabajadores en la Xunta con flexibilidad horaria automática y 1.223 que se acogieron a esta medida por razones de conciliación (por tener menores de 12 años a su cargo). Solo en lo que va de año se acogieron a esta medida 620 empleados públicos.

Además de la flexibilidad horaria, el personal de la Administración autonómica puede acogerse al teletrabajo. Son 235 personas las que se han apuntado a esta modalidad. El número máximo de jornadas que podrán cubrir desde sus casas será de tres a cuatro a la semana y su concesión no excederá de un año, salvo prórroga. Se han acogido a esta tipología fundamentalmente asesores jurídicos, cuerpos de inspección, traductores o informáticos.

Aproximadamente el sesenta por ciento de los empleados que se acogieron al teletrabajo o a la flexibilidad horaria son mujeres.